Memoriza: “ Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,” 2 Timoteo 3:2
Lee: Marcos 12:28 – 31
El gran mandamiento
28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.
MENSAJE
El egoísmo es una señal de no haber sido quebrantado. Es el sello distintivo de los pecados que se cometerán durante los últimos días, tal y como registra nuestro versículo a memorizar. El egoísmo tiene que ver con enamorarse de uno mismo hasta el punto en que todos y todo lo demás queda en un segundo lugar. Los deseos de las personas egoístas giran en torno a las cosas mundanas del mundo. Nunca pueden tener una mente celestial.
El colmo del egoísmo es cuando te amas a ti mismo hasta el punto de idolatrarte a ti mismo. Esto es idolatría. Es el egoísmo lo que te haría pensar que estás perdido si das tu diezmo, incluso después de que Dios lo ha ordenado.
Dios dice que debes amarlo con todo lo que tienes, pero el egoísmo dice: No, ¿cómo puedo amarte si no me he amado lo suficiente? Los amantes de sí mismos siempre tienen problemas con Dios. Mi amado hijo, debes saber que para obedecer los mandatos e instrucciones divinas, se te requerirá negarte a ti mismo.
PUNTO CLAVE: Deja que el amor por Dios controle todas tus acciones.