Devocional Cielos Abiertos

EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO

Memoriza: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.» Juan 1:1

Lee: Juan 1:1 – 10

El Verbo hecho carne

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Samuel 19 – 21

MENSAJE

La simple declaración «en el principio era el Verbo…» está llena de muchos significados. Uno de estos significados es que antes de que nada existiera, el Verbo ya existía. En otras palabras, Él vio el principio de todo lo demás, puesto que todas las cosas fueron hechas por Él. (Juan 1:3).

El día en el que dedicas tu nueva casa, es el principio de tu vida en esa casa, pero el día en el que pusiste los cimientos de esa casa también fue otro comienzo. Cuando el arquitecto empieza a dibujar el plano de la casa también es otro comienzo – mientras que, el día en el que tú – el propietario – concebiste la idea de construir una casa también fue un comienzo.

Humanamente hablando, el día que tu padre y tu madre se conocieron para producirte a ti es otro comiendo de la casa, porque si tú nunca hubieras nacido, no hubieras pensado en construir esa casa. Jeremías 1:4 – 5 dice que antes de que Dios te formara, Él ya te conocía. Así pues, esa casa tuya empezó en la mente de Dios mucho antes de que tu nacieras. Dios tenía en Su plan una casa que tu ibas a construir incluso antes de que nacieras. Así pues, cualquier cosa que exista o haya existido, tiene su raíz en Dios. Estas son buenas noticias para los hijos de Dios porque, ya que Él era el principio de todo y todo fue hecho por Él, entonces es controlado por Él – El Verbo. Por lo tanto, cuando tu simplemente declaras la palabra de Dios a cualquier situación, obtienes control sobre ella.

Antes de que las montañas aparecieran, Él ha sido Dios (Salmos 90:1 – 2). Por eso Marcos 11:22 – 24 dice que si tienes fe, puedes hablarle a cualquier montaña y se moverá. Por ejemplo, si la montaña de enfermedad quiere deprimirte, tienes que arrancarla de raíz con la palabra de Dios en Isaías 53:4 que dice que por las llagas de Jesús somos sanados. Si es la montaña de fracaso, entonces tienes que arrancarla con la palabra en Deuteronomio 28:13 que dice que seremos cabeza y no cola. Si es la montaña de pobreza la que te está amenazando, entonces declara la palabra en 2 Corintios 8:9 que Jesús se hizo pobre para que nosotros podamos ser ricos. La Palabra te concederá una victoria completa en el nombre de Jesús.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Busca lo que la palabra dice sobre esa montaña en tu camino y empieza a declararlo en fe.