Devocional Cielos Abiertos

INCREDULIDAD Y DUDA

Memoriza: “Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto:” Apocalipsis 2:18

Lee: Santiago 1:6 – 7

Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

MENSAJE

Por lo que a Dios respecta la incredulidad y la duda son pecados, como se ve en nuestro versículo a memorizar. Nos impiden obtener contestación a las oraciones, lo cual las hace peligrosas. Si tienes duda o incredulidad, no puedes complacer a Dios y Él no contestará a tus oraciones. También, si esperas algo de parte del Señor, debes de estar preparado para espera hasta que Dios te guíe y no buscar otras alternativas.

Si tienes la fe de que Dios hará algo por ti, entonces Él lo hará. El hecho de que no haya un respuesta inmediata de parte de Dios, no significa que Él no vaya a contestarte, Él lo hará, pero a Su tiempo. Dudando de Dios, estás desafiando Su existencia. Tu estás diciendo que ni siquiera estás seguro de que haya un Dios. Este es un gran insulto hacia Él. ¿Cómo esperas obtener respuestas a tus oraciones si ya estás dudando de Él?

También, la duda y la incredulidad pueden impedir que llegues al cielo. Amado, no seas como algunos hijos de Israel que no llegaron a la Tierra Prometida por culpa de su incredulidad y sus dudas (Hebreos 3:18 – 19).

PUNTO DE ORACIÓN: Por favor, Padre, fortalece mi fe, en el nombre de Jesús.