Devocional Cielos Abiertos

ACTÚA EN LA PALABRA

Memoriza: «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.» Santiago 1:22

Lee: Mateo 7:24 – 29

Los dos cimientos

24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Samuel 8 – 12

MENSAJE

Al contrario de la gente que no tiene oídos, como discutimos ayer, hay muchos que tiene oídos pero están demasiados paralizados para practicar lo que aprenden de la palabra de Dios. Pueden repetir el sermón del pastor palabra por palabra, pero no lo practican. Probablemente, pueden incluso recitar la Biblia de Génesis a Apocalipsis, pero no se muestra en sus vidas, porque no hacen nada conforme a la palabra. Esta categoría de personas son descritas en 2 Timoteo 3:7 como:

«Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.»

Estas son personas que aprende pero de alguna manera, la palabra no se arraiga los suficiente en ellos, como para cambiar su carácter. El diablo prácticamente les paraliza y les impide hacer lo que han aprendido. Si tú estás en esta categoría, declaro tu libertad hoy, en el nombre de Jesús.

Una de las formas en las que el diablo paraliza a las personas después de que han escuchado la palabra, es a través de la dilación. Escuchan y están decididos a aplicar lo que han aprendido, pero entonces empiezan a retrasar el tiempo de hacer esto, hasta que acaban perdiendo el celo para hacerlo. El día en el que mi padre en el Señor nos enseñó que la música del mundo atrae a los espíritus diabólicos mientras que la música cristiana los repele, y atrae al Espíritu Santo, destruí toda mi música del mundo. La noche que predicó sobre ser limpios, y dirigió nuestra atención a la suciedad bajo nuestras camas, esa misma noche, cuando llegué a casa, mi esposa y yo levantamos el colchón, y limpiamos debajo de la cama y en toda la casa. No esperamos al día siguiente.

Esa es la forma en la que debes de practicar la palabra de Dios: con urgencia. Santiago 1:23 – 25 dice que cuando no practicas la palabra de inmediato, es como no ajustarte el vestido cuando estás en frente del espejo. Sería inútil empezar a arreglarte la ropa cuando ya no estás delante delante del espejo. No dejes que el diablo te paralice: actúa en la palabra de Dios tan pronto como sea posible cuando la escuches.

PUNTO CLAVE: La bendición está en el escuchar la palabra de Dios y actuar en ella. (Santiago 1:23 - 25).