Devocional Cielos Abiertos

EL SIERVO QUE NO PERDONA

Memoriza: «mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.» Mateo 6:15

Lee: Mateo 18:23 – 25

Los dos deudores

23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.

MENSAJE

Las penas y heridas del pasado son capaces de hacerte que te quedes parado en un mismo lugar.

Las penas y las heridas del pasado son capaces de retenerlo a uno en un lugar. Aferrarse a la ira devora al ofendido de adentro hacia afuera, de tal manera que el individuo se vuelve amargado, deprimido y desagradable, lo que aumenta el daño y el dolor. Lamentablemente, los jóvenes ahora son propensos al trauma psicológico o emocional y al aumento de la presión arterial porque albergan mucho peso en sus corazones. Es peor cuando el ofensor está muerto o no puede arrepentirse ni disculparse; ¿No deberían simplemente entregarlo todo a Jesús y dejarlo ir?

El hecho de que ya estés vivo hace que sea inevitable que la gente te ponga nervioso. Pueden ser tus amigos, colegas, padres, miembros de la iglesia, etcétera. La misma persona que hizo que me convirtiera a Jesús me ofendió y casi me hace retroceder, pero gracias a Dios lo perdoné. Entonces, Dios me abrazó firmemente y me aseguró Su amor inagotable. Jesús le dijo a Pedro en Mateo 18:21-22:

«21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.»

LLAMADA A LA ACCIÓN: Por favor, perdona a los que te ofenden para que tu también puedas ser perdonado por tus pecados.