Devocional Cielos Abiertos

PARÁBOLA DEL SEMBRADOR III

Memoriza: “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” Ezequiel 36:23

Lee: Mateo 13:3 – 6

Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.

MENSAJE

Hay un personaje notable representado en nuestro texto Bíblico de hoy, del que vale la pena aprender: hay personas que tienen rasgos personales fuertes, y esto hace difícil convencerles de nada. Su corazón es como una roca sin flexibilidad para cambiar. A veces justifican su mal comportamiento diciendo. “Así es como soy. si no te gusta peor para ti porque yo no puedo cambiar.” Este desconfort es lo que normalmente se exhibe en el Cristianismo, esto es si realmente han entregado sus vidas a Jesús en primer lugar. EStas personas parecen muy duras y fuertes, pero cuando los verdaderos problemas de la vida aparecen, se dan con la espalda en la pared.

Ezequiel 36:26 dice:

 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.”

En el momento de la salvación, debe de haber un cambio en tu espíritu, tu corazón duro debe de ser cambiado por uno blando y receptivo a la palabra de Dios, la cual es necesaria para tu crecimiento.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, dame un corazón de carne con el que Tu espíritu pueda comunicarse a menudo.