Memoriza: “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” 2 Timoteo 4:2
Lee: 2 Timoteo 4: 1- 5
Predica la palabra
4 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 28 – 29
MENSAJE
Jesús dijo en Marcos 16:15, “…Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Esta es una orden expresa para todos los discípulos de Jesucristo. Del versículo anterior, queda claro que todos los e seguidores de Jesús han sido asignados para predicar la palabra pero tú, quizás preguntes, “¿A quién debemos predicar?” Jesús también dio la respuesta a esto en la conclusión del versículo. Él dijo que sus seguidores han de predicar a “toda criatura” y en Mateo 28:19 – 20 Él también dijo, “Predicad el evangelio a todas las naciones”.
Tu entonces quizás te preguntes, “¿Cuándo debe de predicar la palabra?” El Espíritu Santo respondió a esta pregunta a través de la segunda carta de Pablo a Timoteo como vemos en el versículo a memorizar de hoy. La palabra de Dios debe de predicarse en todo momento. En otras palabras, debemos de predicar la palabra cuando sea conveniente y cuando no.
Tu quizás también te preguntes por qué Jesús ordenó a todos Sus discípulos predicar la palabra a toda criatura y a todas las naciones del mundo. Romanos 10:13 – 15 nos da una respuesta clara:
“porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”
Es el deseo de Dios salvar a todo el mundo del pecado y la condenación eterna – pero ¿cómo conocerá el mundo el evangelio si no hay quien lo predique? Jesucristo dijo que la cosecha es mucha pero que los obreros son pocos (Mateo 9:37). Alístate hoy y conviértete en un colaborador entusiasmado con el Señor, y empezarás a experimentar señales y maravillas divinas en tu vida.
De hecho, los pies de aquellos que predican el evangelio son preciosos (Romanos 10:15) y el que gana lamas es sabio (Proverbios 11:30).
Si aún no has aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador, por favor hazlo ahora mismo para que puedas unirte también a propagar el evangelio de Dios a toda criatura en la tierra.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Únete a mi para darle gracias al Señor por añadir otro año a mi vida hoy, y asegúrate de compartir el evangelio con por lo menos una persona cada día desde hoy.