Devocional Cielos Abiertos

SE LES CONOCE POR SUS FRUTOS

Memoriza: “No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.” Mateo 7:18

Lee: Mateo 7:15 – 20

Por sus frutos los conoceréis

15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

MENSAJE

Una vez viajé a América. Desde el momento en el que llegué, fui de una iglesia a otra ministrando, así que planeé descansar en mi viaje de vuelta. Embarqué en el avión y estaba sentado al lado de una mujer mayor, con quien no quería tener ninguna conversación porque me impediría descansar. Sin embargo, le ofrecí toda la ayuda que pudiera necesitar – abroché su cinturón de seguridad, puse su equipaje en el compartimento superior y puse su mesita cuando necesitó comer. Anges de que aterrizárames, ella preguntó, “¿Eres Pastor?” Yo dije, “Si Señora” y ella dijo “Lo sabía”.

Los frutos que tu llevas dicen el tipo de árbel al que perteneces. Es imposible que un mango produzca manzanas, por lo tanto, es imposible que un hijo de Dios se comporte como un hijo del diablo. Tu carácter y buenas obras son tus frutos; así pues, tu familia, tus compañeros de clase y la gente con la que tienes contacto deben de ser capaces de testificar que realmente eres un hijo de Dios.

REFLEXIÓN: ¿Puedes ser identificado como un creyente sin decirlo?