Memoriza: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” Romanos 12:1
Lee: Mateo 16:24 – 27
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
BIBLIA EN UN AÑO: Números 3 – 4
MENSAJE
Todo aquel que lo entrega todo a Jesús disfrutará muchas y grandes bendiciones. Desafortunadamente, muchos Cristianos no saben esto, a menudo eligen hacer su propia voluntad en vez de someterse por completo a Dios. Amado, no estés con un pie dentro y otro fuera. No seas tibio.
¿Cómo sabes si te has entregado a Dios por completo? Revisa tu proceso de toma de decisiones. ¿Incluyes a Dios en la decisión de qué hacer en cada momento? El Apóstol Pablo dijo en Gálatas 2:20, “ Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Cuando te entregues por completo a Dios, vivirás para hacer Su voluntad (Filipenses 2:12). ¿Realmente lo has entregado todo a Dios?
Lo interesate es que algunas personas empiezan con una entrega total a Dios, pero cuando Él empieza a prosperarles, esa entrega va disminuyendo. Cuando estaban viviendo en un apartamento pequeño, era fácil entregarse su casa lugar para células de hogar, pero cuando Dios les recompensó con una mansión en una buena localización, dirán que las medidas de seguridad en su zona residencial harán difícil usar su casa como célula de hogar.
Cuanto más alto llegas, más grande debe de ser tu entrega a Dios
Había un hermano en la Iglesia hace muchos años que nunca se había perdido un servicio, pero un día, un hombre de Dios vino a predicar y le profetizó que pronto se convertiría en millonario. En seis meses, la vida de este hermano cambió dramáticamente. En poco tiempo dejó de venir a la Iglesia, con la excusa de que ahora estaba muy ocupado porque su negocio estaba en expansión. Un día, escuché que había tenido un ataque al corazón así que hice que le fueran a buscar. Cuando llegó, me explicó que tuvo el ataque al corazón cuando supo que la contrata que había conseguido se la habían retirado en el punto en el que deberían haberle pagado. Si tan solo se hubiera entregado por completo al Señor quien fue el que le había bendecido. Que tú te entregues totalmente a Dios a medida que Él te bendice, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, concédeme la gracia de entregar mi vida por completo a Ti, en el nombre de Jesús.