Memoriza: “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” Salmos 42:5
Lee: Salmos 42:3 – 5
3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
BIBLIA EN UN AÑO: Números 1 – 2
MENSAJE
Amado, tengo un simple mensaje para ti hoy: No te anules a ti mismo. En nuestro versículo a memorizar de hoy, David le dijo a su alma que tuviera esperanza en el Señor y que supiera que él seguiría alabando a Dios por Su ayuda. En cualquier momento que te sientas desesperado, en cual momento en el que no haya esperanza, dite a ti mismo, “No, no voy a ir hasta el final de esta manera, un día, yo también testificará de la ayuda de Dios en mi vida.”
Hace muchos años, cuando mi mujer y yo nos acabábamos de casar, y las cosas eran difíciles, le solía decir, “No te preocupes, las cosas no seguirán siendo así; nuestro mañana estará bien” y ciertamente, Dios ha sido fiel. Te estoy diciendo a ti que estás leyendo este devocional hoy; tu mañana estará bien en el nombre de Jesús.
Poco antes de que Sara tuviera a Isaac, ella se había anulado a si misma. El Dios Todopoderoso dijo que ella tendría un hijo y ella se rió porque consideró que esto era imposible porque tenía ya noventa y años. No importa cuanto tiempo hayas estado esperando por el milagro, no te anules a ti mismo. Mi Dios es un maestro en revertir lo irreversible, Él te mostrará Su fidelidad, en el nombre de Jesús.
En Lucas 5:1 – 11 el Señor Jesucristo mismo prometió a Simón Pedro que él ya no sería un pescador, sino un pescador de hombres. Tres años y medio después, en un momento en el que parecía que Jesús más le necesitaba, Pedro negó al Señor y entonces lloró amargamente porque se vio si mismo como un fracaso. Él se suponía que debía estar pescando hombres, pero en vez de eso, él estaba negando conocer a Jesús (Lucas 22:55 – 62). Después Jesús murió y parecía no pasar nada, Pedro decidió volver a la pesca de peces (Juan 1:23). Que tú nunca le des la espalda a Dios, en el nombre de Jesús.
En el versículo 4 de Juan 21, Jesús se había mostrado a Pedro. Esta vez Jesús le dijo a Pedro que no solo pescaría hombres, también los alimentaría. El primero sermón que Pedro predicó después trajo a 3000 almas al Reino de Dios (Hechos 2:41). En Hechos 3:1 – 8 él hizo al cojo caminar en el nombre de este mismo Jesús al que había negado antes. En Hechos 5:14 – 16 su sombra ya empezó a sanar a los enfermos. No importa las veces que niegues o decepciones a Jesús, siempre que estés realmente arrepentido, Dios puede restaurar y usarte tan poderosamente como lo hizo con Pedro, todo lo que necesitas hacer es arrepentirte y nunca volver a pecar.
PUNTO CLAVE: Aún no se ha acabado para ti: Dio sigue volviendo a revertir lo irreversible por ti.