Devocional Cielos Abiertos

TEN CUIDADO CON LA VOLUNTAD PERMISIVA DE DIOS

Memoriza: «Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos?» Ezequiel 14:3

Lee:Números 22:12 – 22

12 Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. 13 Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. 14 Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.

15 Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros; 16 los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí; 17 porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo. 18 Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande. 19 Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová. 20 Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.

El ángel y el asna de Balaam

21 Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. 22 Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos.

BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 8 – 10

MENSAJE

Muchas veces tenemos un plan, lo presentamos a Dios y Él dice, «De ninguna manera». Entonces decimos, «Sé cómo hacer que Dios de su brazo a torcer». Empezamos a ayunar, orar, buscar Su rostro y al final, vamos otra vez a Dios y le decimos, «Señor, ¿qué hay de ese plan?». Él entonces puede decir, «Vale, adelante». Hubiera sido mejor que no hubieras hecho todo eso. Como hijos de Dios, es nuestra tarea obedecerle enseguida y por completo en todo momento.

En nuestra lectura Bíblica de hoy, un rey le pidió al profeta de Balam que maldijera a Israel. Balam se lo pidió a Dios y él dijo, «No». El rey entonces envío a algunas personas para decirle a Balam que le promocionaría y le enriquecería si él maldecía a Israel. Balam entonces decidió volver a preguntarle a Dios y el Señor dijo, «Vale, si quieres hacerlo, ve y hazlo». Por el camino, Dios envió a un ángel para bloquearle el paso. Fue el asno de Balam quien vio al ángel, el profeta, cegado por la avaricia, ni siquiera pudo ver lo que un asno pudo ver. Siempre que estás tan interesado en algo que te las arreglas para que Dios de su brazo a torcer, para que te permita tenerlo, serás cegado por esa cosa, y quizás estés corriendo hacia problemas serios por culpa de tu inhabilidad para ver claramente y objetivamente. Si investigas un poco en la historia de Balam, verás que acabó muriendo por la espada.

Una área en la que los Cristianos a menudo persiguen la voluntad permisiva de Dios es en el matrimonio, y muchos de ellos se han arrepentido después. El hecho de que Dios le permitiera a Hagar dar a luz cuando Abraham estuvo con ella mientras que Sara era considerada estéril, no significa que Hagar fuera la mujer a través de la cual el pacto de Dios con Abraham se sucedería (Génesis 17:21).

No importa lo buena que parezca la voluntad permisiva de Dios, es mejor que te decantes por la voluntad expresa de Dios. Hermana, ese joven que te gusta quizás esté mejor posicionado económicamente que aquel con quien Dios dice que debes elegir, no te dejes engañar por el hoy, Dios conoce el mañana, y Él te está instruyendo basándose en ese conocimiento.

Pídele al Señor que te revele Su voluntad expresa, porque si Tú haces que Él de su brazo a torcer, para poder tener las cosas a tu manera, el final puede ser amargo.

PUNTO CLAVE: No vayas a Dios insistiendo con tu plan; Él quizás lo permita, pero es posible que te arrepientas.