Devocional Cielos Abiertos

LLAMAS DE FUEGO I

Memoriza: “Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.” Hebreos 1:7

Lee: Lucas 6:43 – 45

Por sus frutos los conoceréis

43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. 45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

BIBLIA EN UN AÑO: Éxodo 17 – 20

MENSAJE

Esta serie de enseñanzas en cuanto a las “llamas de fuego” es para todo el mundo; sin embargo, animaría a los jóvenes a prestar atención.

Hay cuatro elementos básico en el mundo – el agua, la tierra, el aire y el fuego, cada uno es muy importante para la existencia humana. Aun con todo lo importantes que son todos estos elementos, es interesante que Dios eligió hacer a Sus ministros llamas de fuego.

Discutamos algunas características del fuego. La primera cosa sobre el fuego es que se distingue. Cuando ves fuego, lo reconoces de inmediato. En 2 Reyes 1:1 – 8, el rey estaba enfermo y envió a sus sirvientes para preguntarle a algunos adoradores de ídolos si se recuperaría o no, pero se encontraron con un hombre por el camino que les envió de vuelta al rey con el mensaje de que moriría. Cuando los mensajeros describieron al hombre, el rey dijo, “Ese es Elías”. Fuego es único y distintivo y no puede confundirse con nada más.

La gente debería de ser capaz de ver a un hijo de Dios y decir. “Este es un hijo de Dios”. Estos días, muchas personas dicen, “Oh, no se trata de la apariencia externa; Dios solo está interesado en el interior”. Un día, mientras que estaba enseñando en la Escuela Bíblica, traje dos naranjas – una verde y otra amarilla, y les pregunté a los estudiantes que identificaran la que estaba madura. Todos señalaron la amarilla, explicando que, por la apariencia que tenía, estaba claro que era la naranja madura.

El fuego tiene una apariencia que lo distingue, cuando lo ves, lo reconoces. No creas la mentira de que Dios no está interesado en tu apariencia exterior – Él lo está. Aunque es cierto que Él no puede ser engañado por tu apariencia exterior como dijo en 1 Samuel 16:7, Su palabra dice que lo que eres en el interior se reflejará en el exterior. Mateo 23:26 dice:

“¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.”

No puedes decir, como ministro, que eres una llama de fuego cuando no lo pareces. No puedes decir que eres un hijo de Dios, y aún así, vestirte como la gente del mundo. Si necesitas decirle a la gente que eres un hijo de Dios antes de que crean, entonces no eres una llama de fuego.

PUNTO CLAVE: Si necesitas decirle a la gente que eres una hijo de Dios antes de que ellos te vean com uno, no puedes ser una llama de fuego.