Memoriza: « Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada!» 2 Reyes 6:5
Lee: 2 Reyes 6:1 – 7
Eliseo hace flotar el hacha
6 Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en que moramos contigo nos es estrecho. 2 Vamos ahora al Jordán, y tomemos de allí cada uno una viga, y hagamos allí lugar en que habitemos. Y él dijo: Andad. 3 Y dijo uno: Te rogamos que vengas con tus siervos. Y él respondió: Yo iré. 4 Se fue, pues, con ellos; y cuando llegaron al Jordán, cortaron la madera. 5 Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada! 6 El varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro. 7 Y dijo: Tómalo. Y él extendió la mano, y lo tomó.
BIBLIA EN UN AÑO: Apocalipsis 15:1- 8, Sofonías 1 – 3
MENSAJE
Los hijos de los profetas en nuestro texto Bíblico de hoy mostraron una muy buena actitud cuando la cabeza del hacha que habían tomado prestada cayó al río. Al principio, intentaron todo lo que pudieron por recuperarla, sin éxito, entonces fueron a Eliseo para que les ayudara. Esta preocupación por las cosas que pertenecen a otra persona escasea hoy en día, particularmente entre los jóvenes. La gente tiene una actitud despreocupada hacia sus propias pertenencias, cuanto mas con las cosas que toman prestadas. Mi hijo, es una mala actitud el tomar algo prestado y no devolverlo, o peor aún, devolverlo en malas condiciones. Muestra que la persona no valora lo que se le ha prestado, o que es descuidada. Aún más importante que las posesiones, es la vida que vivimos. Muchos jóvenes, cuando se les corrige por hacer algo mal, dicen. «Déjame en paz, es mi vida». No, en realidad, no es tu vida, tú solo la tomaste prestada, y un día, rendirás cuentas de como la has usado. Romanos 14:12 dice:
«De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.»
Desde hoy, quiero que tengas cuidado con lo que haces con tu vida. Sin embargo, ten en cuenta que la mejor forma de hacer buen uso de tu vida es entregarte al señorío de Jesucristo.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Entrega tu vida a Cristo si aún no lo has hecho.