Memoriza: «Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.» Oseas 6:6
Lee: Mateo 18:23 – 35
Los dos deudores
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
BIBLIA EN UN AÑO: 3 Juan 1:1 – 15; Daniel 11 – 12
MENSAJE
La misericordia es una actitud de pasión, cuidado y preocupación, envuelta en amor hacia los demás. También es uno de los atributos de Dios, que él espera que nosotros mostremos hacia los demás. Un buen recipiente de la misericordia de Dios es el apóstol Pablo. Él dijo en 1 Timoteo 1:13 « habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.»
Pablo nunca se tomó su conversión a la ligera; él la valoró y, siendo alguien que había recibido misericordia, predicó mucho sobre misericordia – de hecho más que ningún otro persona en la Biblia. Él era diferente de del siervo de la lectura Bíblica de hoy, que no sembró misericordia después de recibirla.
Dios espera de nosotros que seamos misericordiosos, habiendo recibido nosotros mismos, misericordia de Su parte. La Biblia dice en Lamentaciones 3:22 que hubiéramos sido consumidos sino hubiera sido por la misericordia de Dios. No seas rápido en condenar a otros, particularmente a aquellos que no tienen a Jesús en sus vidas aún; muéstrales misericordia. Predícales desde un corazón compasivo, no condenatorio, porque la misericordia es el fundamento del amor.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, llena mi corazón con tiernas misericordias por las almas perdidas.