Memoriza: “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” Proverbios 28:13
Lee: Lucas 19:1 – 10
Jesús y Zaqueo
19 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Juan 1:1 – 10; Ezequiel 47 – 48
MENSAJE
En el último día, muchas personas acabarán en el infierno, no porque nunca escucharon sobre Jesús, sino porque nunca le permitieron limpiarles. Nuestro pasaje Bíblico de hoy nos habla de cómo Zaqueo, quien se había enriquecido fraudulentamente con el dinero de otras personas, se encontró con Jesús y fue limpiado. Su estilo de vida como recaudador de impuestos se convirtió en su pasado. Él empezó de nuevo.
Otro ejemplo de un hombre en la Biblia que permitió que Dios le limpiara fue Pablo que en un principio se llamaba Saúl. Él fue el jefe de los perseguidores y un perseguidor. Su conocimiento de la ley le ayudó en su lucha en contra de los discípulos de Cristo. Cuando él finalmente se encontró con Jesús camino a Damasco, su vida cambió y empezó de nuevo, hasta el punto de que se convirtió en una vasija en manos de Dios. Mi hijo, ¿cuan lejos has llegado en el pecado sexual, el cybercrimen, robar, etcétera? Aquellas cosas en las que te involucras en secreto, que parece que ni siquiera se pueden nombrar, Dios las conoce. Él lo sabe todo. Él ve a todo el mundo. ¿Por qué no dejas que Él te limpie hoy?.
La mujer que estaba al lado del pozo había estado con varios hombres diferentes. Ella conoció a Jesús y hubo un cambio total en su vida.
Tú no has llegado demasiado lejos como para que Jesús no pueda limpiarte.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Si estás muy involucrado en ese pecado, pídele a Dios que te limpie hoy.