Devocional Cielos Abiertos

DEJA DE HALAGAR A LA GENTE

Memoriza: “Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente;” Salmos 12:3

Lee: Salmos 12:1 – 4

Oración pidiendo ayuda contra los malos

Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David.

12 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;

Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

Habla mentira cada uno con su prójimo;

Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.

Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,

Y la lengua que habla jactanciosamente;

A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;

Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?

BIBLIA EN UN AÑO: Hechos 14 – 15

MENSAJE

Halagar a alguien es dar una alabanza excesiva e insincera hacia una persona, especialmente para tu propio interés. Halagar es una de las armas con las que el diablo destruye a la gente. Esto significa que la persona que halaga es uno de los agentes del diablo que destruye a la gente. Siempre que tu halagas a alguien, estás trabajando en interés del diablo para hundir a la persona. Así pues, si quieres ser un agente del diablo, puedes ir por ahí halagando a la gente. Dios sin embargo, no tolera a los agentes de las tinieblas. Salmos 12:3 dice;

“Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente;”

Si sigues halagando, estás invitando al Señor a cortar tus labios. Job 32:22 también dice que Dios quitará a todo aquel que halaga a otra persona.

“Porque no sé hablar lisonjas; De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría.”

Cuando una persona hace el bien, díselo pero sin exagerar. Cuando hace algo mal, díselo pero con sabiduría para que cambien a mejor. Cuando halagas a las personas, estás haciéndoles pensar que son perfectos. Estás avivando la llama del orgullo que puede haber estado en ellos antes, y cuando ésta se enciende, el Señor resistirá a la persona. Esto le llevará a la destrucción.

La gente a menudo sabe cuando están siendo halagados. Aunque el halago pueda funcionar a tu favor por un tiempo, la persona pronto se dará cuenta de que solo estás con ella por lo que puedas conseguir y pronto empezará a alejarse de ti. Saben que la otra persona que no halaga pero le dice la verdad siempre será su amigo verdadero. La palabra de Dios dice en Proverbios 28:23 “El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia Que el que lisonjea con la lengua.”

Si realmente quieres el favor de una gran persona, dile la verdad y deja de halagarla.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Toca tus labios y profetiza: Estos labios nunca halagarán a nadie, en el nombre de Jesús.