Memoriza: «Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,» Juan 10:14
Lee: Mateo 7:21 – 23
Nunca os conocí
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
BIBLIA EN UN AÑO: Hebreos 7:21 – 28; Lamentaciones 1 – 2
MENSAJE
Muchas personas dicen conocer a Dios. Saben Sus nombres, leen la Biblia, van a la Iglesia, trabajan en diferentes departamentos en el Cuerpo de Cristo, etcétera, así que, creen que conocen a Dios.
Bien, es bueno conocer a Dios pero es mucho mejor que Dios te conozca a ti. Quizás digas «Pero Dios conoce todo. Él es el Creador de todos y Él me conoce». Ser conocido por Dios aquí, va más allá de que Él sepa de tu existencia, significa un conocimiento profundo y reconocimiento de quien eres basado en una relación existente entre los dos. Por ejemplo, en nuestra lectura Bíblica de hoy, Jesús dijo que no todo el mundo que le le llamaba Señor entraría en el Reino de Dios. Él siguió diciendo que algunos incluso dirían que echan fuera demonios en Su nombre, y harían milagros y señales en Su nombre, y Él seguiría pidiéndoles que se alejaran de Él.
Amado, aquellos a los que se refiere en la lectura Bíblica de hoy, que echaban fuera demonios, que hacían señales y milagros, no eran no creyentes; ellos eran obreros, profetas, pastores, etcétera. Por lo tanto, no es suficiente ser un obrero en la casa de Dios. Ten una relación personal con Dios. Haz Su voluntad en todo momento y Dios te reconocerá.
REFLEXIÓN: ¿Dios verdaderamente te conoce?