Memoriza: «Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;» Proverbios 24:17
Lee: Proverbios 24:17 – 18
17 Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes,
Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
18 No sea que Jehová lo mire, y le desagrade,
Y aparte de sobre él su enojo.
BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 13 – 14
MENSAJE
Los estándares de Dios a veces parecen que son difíciles de seguir en la vida, pero cuando te adhieres a ellos, pronto descubrirás que al final funcionan a tu favor. Uno de esos estándares está en Mateo 5:44;
« Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;»
Él dijo que debemos de amar a nuestros enemigos. Créeme, de verdad, si tu realmente tienes enemigos y los conoces, coincidirás conmigo en que amarles será algo difícil de hacer. De todas formas, debes de amarlos. En el versículo 45 de Mateo 5, el Señor dijo:
« para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.»
En otras palabras, si no amas a tus enemigos, entonces no eres hijo de Dios. Si te ríes de tus enemigos en el día de su calamidad, entonces no eres un hijo de Dios. Por eso no te puedes burlar de tus enemigos cuando las cosas les van mal; es un atributo del diablo. Peor aún es si tu estás maldiciendo a una persona y orando para que las cosas le vayan mal; no puedes hacer eso y aún así hacerte llamar hijo de Dios. en Romanos 12:14 – 15, la Biblia dice;
«Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.»
El pasaje no dice que te regocijes cuando tu enemigo está llorando, o que llores solo cuando tus amigos están llorando. Habrá días en los que tu enemigo está llorando, tienes que estar ahí para confortarlo. Ora por tus enemigos para que su llanto acabe pronto. No te alegres por la caída o la calamidad de otra persona; eso no es un atributo de un hijo de Dios. La lectura Bíblica dice que si te regocijas del fracaso de otra persona, Dios no estará contento contigo.
No enojes a Dios.
PUNTO CLAVE: No te rías cuando tus enemigos caen.