Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

EL PODER EN TU LENGUA

Memoriza: “Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, Ni escondió de mis ojos la miseria.” Job 3:10

Lee: 2 Reyes 4:18 – 37

18 Y el niño creció. Pero aconteció un día, que vino a su padre, que estaba con los segadores; 19 y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. 20 Y habiéndole él tomado y traído a su madre, estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió. 21 Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerrando la puerta, se salió. 22 Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese. 23 Él dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo.[a] Y ella respondió: Paz. 24 Después hizo enalbardar el asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener en el camino, sino cuando yo te lo dijere. 25 Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo.

Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita. 26 Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien. 27 Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado. 28 Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo que no te burlases de mí? 29 Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi báculo en tu mano, y ve; si alguno te encontrare, no lo saludes, y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño. 30 Y dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. 31 Él entonces se levantó y la siguió. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el báculo sobre el rostro del niño; pero no tenía voz ni sentido, y así se había vuelto para encontrar a Eliseo, y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta.

32 Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido sobre su cama. 33 Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová. 34 Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor. 35 Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. 36 Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. 37 Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió.

BIBLIA EN UN AÑO: 2 Timoteo 3:1 – 17; Jeremías 25 – 26

MENSAJE

La Biblia dice que la lengua, aunque es pequeña, es la parte más poderosa del cuerpo (Santiago 3:5). Es tan poderosa que puede preservar a toda una nación. Desafortunadamente, muchos Cristianos, a pesar de saber esto, siguen usando la lengua de forma incorrecta. Una de las formas incorrectas en las que usan la lengua es diciendo cosas negativas sobre si mismos. No puedo imaginar a una persona refiriéndose a si mismo como tonta por haberse equivocado cuando la Biblia dice que aquel que llama a su vecino insensato corre el peligro del infierno.

Proverbios 18:21 dice que el poder de la muerte y la vida están en la lengua. Por lo tanto, usa tu lengua para hacer de la vida algo bonito. Si acabas de fallar un test o una examen, habla positivamente de ti mismo, di que estás a la cabeza y no a la cola, di que sabes más que tus profesores, pero nunca digas que eres un fracaso. Después, estudia con más ganas. Cuando estés en una situación difícil, no digas que estás acabado, di que todo irá bien, como la mujer sunamita en nuestro texto Bíblico de hoy, di que lo conseguirás, di que estás bendecido y al hablar positivamente, tus palabras cobrarán vida y se harán realidad.

PUNTO CLAVE: Pasa un tiempo hablando positivamente a tu vida ahora.