Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

LA EDAD Y EL LLAMADO DE DIOS

Memoriza: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.” Jeremías 1:5

Lee: 1 Samuel 3:1 – 4

Jehová llama a Samuel

El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.

Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Tesalonicenses 5:1 – 28; Isaías 62 – 64

MENSAJE

Dios no necesariamente, llama a un persona basándose en su edad o madurez, sino en su disposición para servir. Esto Él lo sabe mirando al corazón de la persona. Además, es mucho más fácil y más satisfactorio dar una tarea a una persona joven que tiene el vigor para perseguirla y está preparado para continuar hasta que el resultado deseado sea alcanzado. Esto no quiere decir que dios no use a personas más mayores para alcanzar los objetivos del Reino, Él lo hace.

David era el más joven de los ocho hijos de Jessie y fue ungido como Rey cuando era jove: Moisés fue el último hijo de su madre y fue elegido para liberar al Israel de la esclavitud cuando tenía 80 años. De la misma manera, yo soy el último hijo de mi madre, pero Dios me llamó a la edad de 39 años, para que dejara mi trabajo secular y me convirtiera en pastor. Te darás cuenta que el tiempo o la edad a la que fuiste llamado no importa realmente, lo que importa es responder al llamado de Dios en tu vida, en cualquier campo en el que Él quiera que tu le sirvas a Él y a la humanidad.

Además, el llamado de Dios no está restringido al ministerio espiritual. Muchos Cristianos son llamado a diferentes profesiones donde puede usar sus habilidades y gracia, para impactar vidas positivamente y hacer brillar la luz de Cristo. Dondequiera que Dios quiera que le sirvas, asegúrate de hacer juiciosamente y ganar almas para Su reino mientras que lo haces.

PUNTO CLAVE: Dios puede usarte a ti también.