Devocional Cielos Abiertos

LA LEY DE LA SUSTITUCIÓN

Memoriza: “El justo es librado de la tribulación; Mas el impío entra en lugar suyo.” Proverbios 11:8

Lee: Isaías 43:2 – 4

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.

BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 11 – 12

MENSAJE

Todo el tiempo, la gente me escucha decir “Se santo” efusivamente, no es porque no quiero que disfrutes tu vida, es porque conozco los peligros de no vivir una vida de santidad y no quiero que los sufras. Uno de los peligros de no vivir una vida de santidad es la ley de la sustitución. Esta es una ley espiritual que dice que se puede dar una vida por otra. La gente en el reino de las tinieblas saben de esta ley, y a menudo, la aplican. Los ancianos en Africa te dirán que cuando alguien está muy enfermo y está a punto de morir, se dice que los curanderos son capaces de transferir la muerte de esa persona a otra y entonces la persona que estaba enferma se recupera. La sustitución es una ley espiritual. Dios dice en Proverbios 11:8 que cuando los problemas vienen hacia al justo, Dios le aparta del camino para que vayan al injusto. Si no quieres ser un sustituto de un hombre justo, lo mejor es que tu mismo seas justo.

Hace muchos años, un mujer vino a mi temblando. Decía “Papá, he soñado que mi marido viajaba y volvía en un ataúd”. La pregunté , “¿Es tu marido un hijo de Dios?” Ella dijo “Si”, y entonces oramos. Dos semanas después, vi un obituario en el periódico con el apellido de esta hermana. Pensé, “Señor, pero oramos por esto”. Cuando vi a la hermana al domingo siguiente, la pregunté sobre el obituario y ella dijo que no era su marido quien había muerte, sino un familiar. La muerte quería llevarse al justo, oramos, Dios le saco de las fauces de la muerte y su familiar, que no había nacido de nuevo, se convirtió en el sustituto. Si aprecias tu vida, vivirás en santidad, para que no te conviertas en el sustituto de aquellos que son justos.

En Daniel 3, fueron los hombres que echaron a Sadrac, Mesac y Abednego al horno de fuego los que fueron quemados. Los tres hebreos que habían sido echado al horno salieron ilesos. El horno tenía que quemar a alguien. Ya que no pudo quemar a los hijos de Dios, entonces tuvo que quemar a los hijos del diablo. En Daniel 6, cuando Daniel fue echado a los leones, Dios les dijo, “No podéis comer a este. No os preocupéis os conseguiré sustituto” Al día siguiente, el rey ordenó a aquellos que habían conspirado en contra de Daniel y todos los miembros de sus familias, que fueran echados al foso de los leones. Aquellas personas se convirtieron en los sustitutos de Daniel. La ley espiritual de la sustitución es real; mas te vale vivir en santidad para que no acabes en el lado equivocado de esta ley.

PUNTO CLAVE: Sé, el justo que es apartado de los problemas, no el injusto que es usado como sustituto del justo.