VERSÍCULO A MEMORIZAR: «vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.« 1 Pedro 2:5
PASAJE BÍBLICO: Hebreos 13:15 – 16
15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
INTRODUCCIÓN
La fe Cristiana, como cualquier otra religión, contiene componentes como un templo, el altar y sacrificios (Génesis 4:3 – 4; 8:20; 1 Samuel 1:9). Los sacrificios espirituales, sin embargo, reemplazaron a los sacrificios materials del Antiguo Testamento (Éxodo 29:36). Ya no ofrecemos bueyes, carneros, y corderos en el altar (Hebreos 10:1 – 11). Nuestra adoración de hoy implica ofrecer sacrificios espirituales. ¿Cuáles son estos sacrificios espirituales y quien es apto para ofrecerlos de una forma aceptable?
¿QUÉ SON LOS SACRIFICIOS ESPIRITUALES?
Los sacrificios espirituales son ofrendas continuas de los creyentes a Dios, en fe. Son palabras o hechos motivados por el deseo de glorificar solo a Dios (Hebreos 13:16). Así como el humo del incienso asciendo en el santuario en el Antiguo Testamento, de la misma manera lo hacen nuestros sacrificios espirituales que ascienden a Dios (Salmos 141:2; Apocalipsis 5:8). Entre estos sacrificios se incluyen, las oraciones de los creyentes, las alabanzas, la voluntad, el cuerpo, el tiempo, los tesoros, los talentos y dones espirituales.
Por lo tanto, el hecho de que el incienso estuviera siempre ardiendo significa que debemos de orar siempre (Lucas 18:1; 1 Tesalonicenses 5:17). Ayunar también es un sacrificio espiritual que ayuda a las oraciones del creyente (Daniel 9:3). Dios nos creo para alabarle, y debemos de ofrecer sacrificio de alabanza a Él continuamente (Hebreos 13:15). Así como Jesús entregó toda Su voluntad al Padre (Lucas 22:42), así nosotros debemos hacerlo, aunque es una batalla continua (Romanos 7:18 – 20). Nuestros talentos y dones espirituales vienen de Dios y deben de ofrecerse para la perfección de los santos, la obra del ministerio, y la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:7, 12). Nuestros tesoros (recursos financieros/materiales) contribuyen al sacrificio espiritual ofrecido a Dios, para la obra del reino en la tierra, para los ministros de Dios y la gente necesitada (Filipenses 4:18; Proverbios 19:17; Gálatas 6:10).
ACTIVIDAD DE GRUPO 1: Los estudiantes debe de compartir con la clase los sacrificios espirituales que ellos han hecho para Dios.
CÓMO OFRECER SACRIFICIOS ESPIRITUALES ACEPTABLES
Los creyentes constituyen el nuevo sacerdocio (1 Pedro 2:9). Por lo tanto, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables, debemos presentarnos delante de Dios santificados (Salmos 24:3 – 4; Levítico 10:1 -3). Primeramente, debemos de presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo (Romanos 12:1 – 2; Gálatas 2:20). Nuestros cuerpos son el templo del Señor (1 Corintios 6:18 – 20). Los cuerpos de los creyentes son entregados a Dios como instrumentos de justicia (Romanos 6:12 – 13; 8:11 – 13). Esto implica que debemos mantener unos buenos límites sexuales (Efesios 5:3), rechazar usar nuestros cuerpos para robar, o para hacer daño a otra persona (1 Pedro 4:15; Colosenses 3:12 – 13). En segundo lugar, los sacrificios espirituales deben de ofrecerse en obediencia (1 Samuel 15:22), voluntariamente (2 Corintios 9:6); con alegría (2 Corintios 9:7), a tiempo (Eclesiastés 11:6) y en reverencia a Dios (Malaquías 1:8).
ACTIVIDAD DE GRUPO 2: Los estudiantes deben de narrar cómo han ofrecido sacrificio espiritual a tiempo.
CONCLUSIÓN
El sacrificio es parte y componente de la adoración. Jesús prometió recompensarnos por todo tipo de acción que es hecha en Su nombre (Marcos 9:41).
PREGUNTAS
- ¿Que son los sacrificios espirituales?
- Menciona formas en las que los creyentes pueden ofrecer un sacrificio espiritual a Dios aceptable.
TAREA: En línea con la lección de hoy, menciona con referencias Bíblicas, cinco personas que ofrecieron un sacrificio aceptable a de Dios.