Memoriza: «prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.» Filipenses 3:14
Lee: Juan 5:1 – 11
El paralítico de Betesda
5 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo[a] aquel día.
10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo;[b] no te es lícito llevar tu lecho. 11 Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
BIBLIA EN UN AÑO: Sofonías 1 – Hageo 2
MENSAJE
Otra forma en la que los demonios operan es lo que se llama supresión. La supresión es cuando la persona que está siendo atormentado ya está hundida, y el diablo se asegura de que no se levanta.
El hombre en el estanque de Betesda estaba al borde del estanque esperando conseguir su sanidad. Cada año, veía a gente ser sanada, pero él seguía ahí en el mismo estanque. Hay personas que han estado en el mismo sitio por muchos años, espiritualmente hablando – en sus carreras, financieramente, o en otras áreas de su vida. La supresión se termina ahora, en el nombre de Jesús.
Muchas personas se toman a la ligera el estar en el mismo sitio durante años. No se dan cuenta de que le están dando la oportunidad a los demonios para suprimirlos. El día en el que el velo es quitado de sus ojos y quieran luchar, entonces avanzarán. Tu avanzarás en el nombre de Jesús. El hombre en el estanque de Betesda estaba frente al Señor Jesucristo, quien podía sanarle, aún así él no pidió sanidad. Decreto que el Señor te hará avanzar hoy. Empezarás a volar alto, en el nombre de Jesús.
Cuando estaba estudiando para mi Master en Ciencias en la universidad de Lagos, había un hombre ahí que era profesor asistente. Después de completar mis estudios, entre a formar parte de la plantilla de la universidad, obtuve mi doctorado y me promocionaron a un nivel más alto que el que tenía ese hombre. Ese hombre es el típico caso de supresión.
La solución a la supresión está en la unción de Dios. Isaías 10:27 dice que la unción romperá todo yugo que el diablo ponga sobre una persona para limitar su movimiento. El hombre en el estanque de Betesda estuvo ahí porque quería tener contacto con la unción que fluía una vez al año. Entonces él conoció al Ungido y ese día su yugo fue roto.
En Hechos 3:2 – 11, en el día que el hombre en la Puerta Hermosa entró en contacto con la unción, él empezó a caminar y a saltar alabando a Dios. El ciego Bartimeo había estado en el mismo sitio por muchos años también, pero gritó lo más alto que pudo pidiéndole a Jesús que tuviera misericordia de él. Él no paró hasta que el Señor tuve que tener misericordia de él y romper el yugo que el diablo había puesto en su vida.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Clama a Dios por Su misericordia para que rompa todo yugo de estancamiento en tu vida.