El mundo no es un lecho de rosas. Hay montañas y valles, claros y oscuros. Y todos vivimos en el mismo mundo, ya sea como pecadores o como santos. Pero hay ciertas diferencias entre los pecadores y los santos, particularmente en como cada uno supera las tormentas, los tiempos difíciles de la vida. Salmos 112:4 nos lo dice. Que el Señor avive nuestro entendimiento a medida que estudiamos este versículo en el día de hoy, en el nombre de Jesús. Amén.
4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos;
Es clemente, misericordioso y justo.
Salmos 112:4
LOS SANTOS RECIBIRÁN LUZ EN SU MOMENTO DE OSCURIDAD, PERO LOS PECADORES QUIZÁS NO.
Para todo el mundo hay días de oscuridad, tanto para los santos como para los pecadores. La palabra de Dios establece este hecho. Sin embargo, para los santos, existe la seguridad de que incluso en la hora más oscura, ellos recibirán luz. Esa luz viene de Dios mismo que ha prometido esto; Él no permitirá que ninguna oscuridad nos atrape. Pero para los pecadores, es una historia totalmente diferente.
II Tim. 3:12; Juan 16:33; Is. 43:2; Miqueas 7:8; Salmos 84:11; Prov 4:18-19; Salmos 27:1; Salmos 23:4; I Cor. 10:13; Juan 8:12; Malaquias 4:2; Prov 3:32; Prov 2:8.
PUEDES TRAER LUZ A AQUELLOS QUE ESTÁN EN TINIEBLAS Y DEBES DE HACERLO
Los santos, no solo reciben luz desde lo alto, sino que también ellos mismos son luz del mundo. Por lo tanto, ellos pueden traer la luz a aquellos que están en las tinieblas. De echo, ellos deben de hacerlo, puede que les sea quitada su propia luz.
Is. 9:2: Mat. 5:14-41; Is. 60:3; Hechos 13:47; Is. 60:1; Rom. 10:11-14; Juan 15:1-2; Apocalipsis 2:5.