Devocional Cielos Abiertos

¿SELLADO?

Memoriza: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,” Efesios 1:13

Lee: Hechos 19:1 – 6

Pablo en Éfeso

19 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 25 – 27

MENSAJE

En el reino espiritual, todo el mundo tiene una marca para ser identificado. O tienes la marca de Cristo o la marca del diablo en tu cabeza. Para aquellos que tienen la marca de Cristo, el diablo y sus agente no se atreven a tocarlos. Por eso Gálatas 6:17 dice:

" De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús."

Esta marca es la combinación de tres sellos. El primer sello es la sangre de Jesús. En el momento en el que das tu vida a Cristo, Su sangre te limpia de tus pecados y te da un sello único que dice que tú ahora eres de Él (Colosenes 1:20). El segundo es el bautismo por inmersión en agua. Este sello es tan necesario que incluso Jesucristo tuvo que ser bautizado por inmersión cuando Él estaba aquí en la tierra (Mateo 3:13 – 15). Colosenses 2:10 – 12 nos dice que somos completos en Él cuando nos deshacemos el pecado en nuestras vidas, y entonces somos muertos y resucitados con Él en bautismo. Si no has sido bautizado por inmersión en agua, es un sello necesario que debes de buscar de inmediato. Lee Romanos 6:3 – 5.

El tercer sello es el bautismo en el Espíritu Santo como vemos en nuestro versículo a memorizar de hoy. Efesios 4:30 también confirmar que somos sellados por el Espíritu Santo.

Juan el Bautista mismo dijo que Jesús era más grande que él y nos bautizaría a todos con el Espíritu Santo y con fuego (Lucas 3:16). Jesús confirma esto en Hechos 1:5. Cuando Jesús murió y resucitó, Él nos dejó su propio Espíritu – El Espíritu Santo. Este sello es lo que realmente nos marca como hijos de Dios de acuerdo con Romanos 8:14:

"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios."

Es el sello el que nos capacita para predicar el evangelio de Cristo (Hechos 1:8) y para hacer cosas más grandes que las que hizo Jesús cuando estaba en la tierra (Juan 14:12 – 17). También nos da la habilidad de vivir por encima del pecado y llevar fruto de santidad (Mateo 7:16). Si no has sido bautizado aún. Puedes pedir que tu vida sea llena del Espíritu Santo.

PUNTO CLAVE: Necesitas el sello del bautismo del Espíritu Santo para probar por completo que vives una vida Cristiana.