Memoriza: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.” Eclesiastés 3:11
Lee: Romanos 9:16 – 18
16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Corintios 3:1 – 23; Salmos 119:1 – 176
MENSAJE
Solía conceder todas las peticiones de mis hijos para frenar la codicia, hasta que me di cuenta de que, como buena madre, necesito retrasar la concesión de algunas de sus peticiones, para que puedan entender que la vida no siempre les dará todo lo que pidan.
Lo mismo es cierto con Dios. Cuando un hijo o un bebé Cristiano pide algo en oración, seguramente le sea concedido. Esta es la forma de Dios de acercarnos, pero a medida que pasa el tiempo, Dios puede empezar a retrasar algunas de las respuestas a las oraciones para enseñarnos una lección vital sobre la fe y el mantenernos firmes. A veces, Él puede no conceder la petición de oración en absoluto porque Él sabe el final desde el principio. Dios ve el motivo detrás de cada oración y si no está en línea con Su propósito, Él no dará un Si. Un ejemplo típico es Pablo, quien, de acuerdo con 2 Corintios 12:7 – 9; constantemente oró para que Dios quitara la espina en su carne, pero en vez de eso, Dios le dio gracia suficiente para soportarlo. Otro ejemplo es Moisés, quien quería esquivar su tarea divina con la excusa de su tartamudez. Dios le dio alguien para que le ayudara en Arón (Éxodo 4:10 – 14). Dios quizás no nos conceda siempre todas nuestras peticiones.
PUNTO CLAVE: Dios quizás no diga siempre "Si", pero Su "No" también es para tu bien.