Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

DESPOJÁNDONOS DEL PESO

Memoriza: «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,» Hebreos 12:1

Lee: Marcos 4:18 – 19

18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, 19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

BIBLIA EN UN AÑO: Romanos 11:1 – 36; Salmos 90 – 92

MENSAJE

Las cargas no son necesariamente pecados sino distracciones que son capaces de ralentizarnos o hacer perder el enfoque en la carrera al Cielo. Como atleta retirado, puedo asegurarte que cuanto menos pesado seas, más rápido correrás. Esta es la razón por la cual es muy raro ver a un atleta obeso compitiendo en una carrera.

En la lectura Bíblica de hoy, la decepción de las riquezas y los placeres de este mundo son ejemplos de cargas que se nos muestran. No debes de permitir que el amor al dinero controle tu corazón hasta el punto en el que empiezas a buscarlo a toda costa. La locura por el dinero, está creciendo cada día y ha encontrado su lugar en la Iglesia también. Algunos obreros en la iglesia, ya no pueden hacer nada voluntariamente en la casa de Dios. Piden que el pastor les pague por cualquier servicio que hagan. Esto no era así en mis tiempos, cuando preferíamos usar y ser usados por Dios. Vendíamos nuestros coches, nuestras propiedades, dejábamos nuestra zona de confort por causa del evangelio, pero parece que hoy en día lo que predomina es el caso contrario. Si tu único anhelo en la vida es hacer dinero, estás gradualmente llevando un exceso de peso. Si tu celo por el evangelismo, el seguimiento y el impactar está dejando paso a la codicia o el querer adquirir riquezas, entonces debes de examinar tu vida. Examina tu motivo por el cual quieres riqueza, y si no está en línea con la voluntad de Dios, abandónalo.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, no permitas que nada me desvíe de mi camino hacia el Cielo, en el nombre de Jesús.