Memoriza: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” 1 Juan 5:4
Lee: Juan 17:9 – 16
9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
BIBLIA EN UN AÑO: Proverbios 6 – 8
MENSAJE
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén - Mateo 28:20
El sacrificio de Jesucristo sería inútil si los hijos de Dios – aquellos a que vinieron a Dios a través de Jesucristo – no fueran vencedores. Jesús consiguió la victoria definitiva sobre el diablo. y sobre el mundo, para que los hijos de Dios pudieran vivir como vencedores. Jesús murió en la cruz del Calvario por ti y resucitó de la muerte para que el diablo y sus agentes no tengan control sobre ti (Colosenses 2:13 – 15).
Tu entonces te preguntes porque algunos Cristianos siguen sufriendo bajo la opresión del diablo. Bien, si un hijo de Dios no toma su lugar en la oración, en el estudio de la Biblia, y en vivir una vida de santidad, no puede disfrutar de la victoria que Cristo Jesús ganó por él. La Biblia ya declara que solo podemos juzgar la desobediencia cuando nuestra obediencia es completa (2 Corintios 10:6).
La victoria en Cristo Jesús que tú continuamente ejerces sobre el diablo, las dificultades, y las circunstancias desagradables, depende de tu sumisión al Señor Jesucristo.
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. - Santiago 4: 7
Antes de que tu resistas al diablo y él huya, debes primeramente someterte a Dios. Si no te sometes, el diablo tampoco huirá cuando tú le resistas. El diablo no tiene miedo de ti; él sabe que puede vencerte si no estás establecido en Jesucristo. Él sabe que no tienes ningún poder para hacerle daño, pero él si puede hacerte daño. Él sabe todo esto así que no puede tenerte miedo. Sin embargo, cuando vas bajo la autoridad del Todopoderoso, entonces él tiembla ante tu presencia. El centurión le dijo a Jesús que sus soldados le obedecían porque él era un hombre bajo autoridad (Mateo 8:9). Si quieres que el diablo y sus agentes te obedezcan, debes de estar bajo la autoridad del Todopoderoso. Si quieres que el diablo te obedezca, debes de estar bajo la autoridad del Altísimo. Es tan simple como eso.
PUNTO CLAVE: Es responsabilidad de Dios garantizar tu victoria sobre el mundo; es tu responsabilidad permanecer en sumisión a Él.