Escuela Dominical

PEDIR PERDÓN RESPETUOSAMENTE

VERSÍCULO A MEMORIZAR: “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.” Romanos 14:19

PASAJE BÍBLICO: 1 Samuel 15:12 – 26

12 Madrugó luego Samuel para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento, y dio la vuelta, y pasó adelante y descendió a Gilgal. 13 Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. 14 Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? 15 Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos. 16 Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di.

17 Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? 18 Y Jehová te envió en misión y dijo: Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. 19 ¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? 20 Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. 21 Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal. 22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

24 Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25 y vuelve conmigo para que adore a Jehová. 26 Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel.

INTRODUCCIÓN

Originalmente, la palabra “apología” (apologia en griego) significa un defensa, excusa o justificación hablada o escrita, como para una causa o doctrina. Sin embargo, al final del siglo XVI hubo un cambio en el uso de la palabra “apología” para pasar a significar un expresión hablado o escrita de los reproches de una persona, remordimientos o la tristeza por haber insultado, faltado, dañado o hecho algo mal a otra persona.

Como Cristianos, sabemos que debemos de ser amables, amorosos, humildes y respetuosos (Efesios 4:32). Una verdadera prueba de esto es cómo manejamos situaciones cuando alguien nos ha hecho algo malo o nosotros hemos hecho malo a alguien. Muchas personas encuentran difícil admitir cuando son confrontados con las malas acciones que han cometido. Algunos incluso encuentran difícil pedir perdón a alguien especialmente cuando sienten que la otra persona también tiene algo de culpa.

¿POR QUÉ DECIR “LO SIENTO” NO ES SUFICIENTE?

Hay una diferencia sutil pero sensible entre decir “lo siento” y disculparse correctamente. La mayoría de las veces, la idea de la gente de lo que es una disculpa es insuficiente. Para algunos, ofrecer un disculpa se trata de decir con palabras “Lo siento” pero esto solo como una tirita que cubre un evento doloroso para la otra persona sin realmente enmendarlo. Tampoco considera el grado de gravedad que tiene el mal que se ha hecho. Aunque, decir simplemente “lo siento” puede calmar la tensión cuando abruptamente entras en una situación de forma accidental o por error, diciendo lo que no deberías de haber dicho, pero cuando realmente le hemos hecho daño a alguien, esa personas necesita aceptar la responsabilidad del daño causado.

Decir lo siento solo porque nos han pillado y no porque somos lo suficientemente humildes para verdaderamente admitir nuestros errores o esquivar las culpas (hacer excusas) se llama “falsa disculpa”. Esto esta mal y a Dios no le impresiona (Génesis 50:15 – 18; 1 Samuel 15:24 – 26).

Por lo tanto, una verdadera disculpa se centra en tus acciones y no en la respuesta o reacción de la otra persona.

LA FORMA CORRECTA DE HACERLO

Siempre que le hacemos algo malo en contra de Dios o una persona, Dios espera de nosotros que enmendemos el mal que hemos hecho (2 Crónicas 7:14). A menudo, cuando una persona se disculpa de la manera incorrecta, la ofensa sigue estando ahí. Algunas de las formas incorrectas de disculparle incluyen la siguientes declaraciones:

  1. “Estaba equivocado, pero tú también lo estabas” Esto no es correcto porque no estás tomando total responsabilidad por tu ofensa.
  2. “Si me he equivocado, por favor perdóname”. El usar “si” antes de disculparte significa que tú estás diciendo, “No estoy realmente convencido de que haya hecho algo malo” por lo tanto, no es una disculpa real.
  3. “Lo siento, se que perdí el control, pero fue por tu culpa” Esto esta mala porque no no estás tomando responsabilidad de lo que has hecho mal, sino acusando a la otra persona.
  4. “He dicho que lo siento. ¿Qué más quieres que haga?” Esta disculpa no es correcta porque el tono es agresivo, sin remordimientos y puede no dar al ofendido tiempo suficiente para sanar.

Para disculparse correctamente, debes de tomar total responsabilidad de nuestra ofensa, nombrar la ofensa, pedir a la persona que nos perdone y esperar su respuesta (Mateo 5:23 – 24). Si es necesario, ofrece también hacer restitución (Lucas 19:8).

Aquí hay un ejemplo de la forma correcta de disculparse: “Cristina, estaba equivocado cuando perdi los nervios y te hablé de esa manera. Por favor, perdóname”. Para arreglar el asunto por completo, si la persona dice que estás personado, es bueno preguntar “¿Es necesario que diga algo más sobre este asunto?”

Cuando un Cristiano se disculpa correctamente, esta demostrando humildad, una calidad de carácter que Dios tiene en gran estima (Santiago 4:10). Reconciliarse con alguien a quien se ha ofendido tiene que ser nuestra prioridad (Mateo 5:23 – 24). Ten en cuenta que no hay que disculparse con la gente por hacer lo correcto con Dios (1 Juan 3:21).

Los ejemplos Bíblicos de aquellos que ofrecieron disculpas correctamente incluyen la disculpa del hijo pródigo (Lucas 15:17 – 20) y Jacob (Génesis 32, 33).

CONCLUSIÓN:

Disculparse correctamente nos hace humildes y nos recuerda que seguimos cometiendo errores y necesitamos ser perdonados por Dios y por los demás.

PREGUNTAS

  1. ¿Por qué ese “lo siento” no es suficiente?
  2. ¿Cuál es el acercamiento correcto para hacer una disculpa?

OTRA LECTURA

  • LUNES: 2 Corintios 7:14
  • MARTES: Mateo 5:23 – 24
  • MIÉRCOLES: Santiago 4:10
  • JUEVES: 1 Samuel 15:24 – 26
  • VIERNES: LUCAS 19:8 – 9
  • SÁBADO: 1 Juan 3:21 – 24
  • DOMINGO: Hebreos 12:14 – 15

TAREA: Encuentra cinco similitudes entre la disculpa y la restitución.