Devocional Cielos Abiertos

HACER Y ENSEÑAR

Memoriza: “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,” Hechos 1:1

Lee: Mateo 23:23 – 28

23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. 24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!

25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 87 – 88

MENSAJE

Del versículo a memorizar de hoy, vemos el patrón que Jesús adoptó cuando Él estaba en la tierra. Él empezó tanto a hacer como a enseñar. El hacer viene antes que el enseñar. Debes de haber hecho lo que sea que quieres enseñar, antes de poder enseñar a alguien. Si no lo has hecho aún, no tienes ninguna autoridad para enseñarlo. Como ves, el enseñar la palabra de Dios no es para nada una cosa de broma. Es fácil memorizar sermones poderosos de personas de Dios notables para dárselos a la gente. Tu audiencia seguramente te aplauda, pero has sido marcado para un juicio mayor en el cielo si no practicas lo que estás predicando.

Santiago 3:1 dice;

" Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación."

La palabra “maestro” usada en el versículo anterior, se refiere en esencia a los “profesores”. Ya sea que memorizaste el mensaje que estás predicando a otros o no, ya sea que la gente te aplauda y hable de lo poderoso que fue tu mensaje o no, no importa. si estás enseñando la palabra, tu juicio será más estricto que el de los demás. Esto es así porque primeramente tienes que primero practicar la palabra antes de empezar a enseñarla.

No tienes derecho a reprender a alguien por su desobediencia a la palabra de Dios cuando tú mismo estás en desobediencia (2 Corintios 10:6).

La razón por la que muchos hijos son desobedientes a sus padres es que ellos ven que sus padres no practican lo que predican. Siempre lo he dicho: la razón principal por la que ves a muchos hijos de pastores desviarse del camino es que, lo que el pastor predica en el altar es diferente de lo que hace en casa. Cuando has quitado la viga de tu ojo, entonces puedes empezar a quitar la paja en el ojo de alguien (Mateo 7:3). Practica lo que predicas. Hazlo primero, y después lo puedes enseñar a quien quieras. En nuestra lectura Bíblica de hoy, Jesucristo dice que habra una gran tristeza para aquellos que no practican lo que predican.

PUNTO CLAVE: Practica lo que predicas.