Memoriza: «Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad.» Josué 6:16
Lee: Josué 6:1 – 20
La toma de Jericó
6 Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. 2 Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. 3 Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. 4 Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo dp tocarán las bocinas. 5 Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. 6 Llamando, pues, Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca de Jehová. 7 Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová.
8 Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de Jehová los seguía. 9 Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente. 10 Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis. 11 Así que él hizo que el arca de Jehová diera una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, y allí pasaron la noche.
12 Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca de Jehová. 13 Y los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, fueron delante del arca de Jehová, andando siempre y tocando las bocinas; y los hombres armados iban delante de ellos, y la retaguardia iba tras el arca de Jehová, mientras las bocinas tocaban continuamente. 14 Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días.
15 Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces. 16 Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad. 17 Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. 18 Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. 19 Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová. 20 Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.
BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 72 – 73
MENSAJE
Hay algo muy poderoso en el grito de alabanza al Dios Altísimo. Es una arma principal en contra del diablo. Algunas personas se han preguntado porque no ato y echo fuera al diablo antes de empezar a predicar. En vez de atar y echar fuera, solo le pido a todo el mundo que grite Aleluya, y el diablo se va corriendo porque nadie se queda en el lugar donde están alabando a su enemigo.
Había una mujer muy rica que descubrió que todo lo que comía, lo vomitaba. Ella fue a los mejores doctores alrededor del mundo, se gasto mucho dinero, pero no pudo retener ningún alimento. Finalmente, alguien le sugirió que viniera a las oficinas centrales de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios , creyendo que Dios haría un milagro por ella cuando nada más había funcionado. Ella vino a la iglesia. El servicio apenas acababa de empezar cuando dije «Que alguien grite Aleluya», cuando ella abrió su boca para alabar al Señor, un gusano salió de su boca, y desde ese momento, ella recibió su sanidad
Salmos 22:3 dice: «Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.»
Dios habita en las alabanzas de Su pueblo. Para que Él habita en la alabanza de ellos, Él necesita levantarse de Su trono e ir hacia ellos. Salmos 68:1 dice que cuando Él se levanta, todos Sus enemigos son esparcidos. Por lo tanto, si tu perteneces a Dios, tus enemigos se convertirán en Sus enemigos. Así pues, cuando él se levante en tu nombre, todos tus enemigos se esparcirán. Eso es lo que sucedió en Hechos 16:16 – 34. Él escuchó las alabanzas que venían de la prisión y se levantó de Su trono para habitar en las alabanzas de Pablo y Silas. Cuando Él escucha la alabanza desde donde quiera que tu estés, Él aparece y todas las cadenas, todos los grilletes, toda reja de prisión es destruída.
¿Hay algo con lo que el diablo te ha estado atormentando? Un grito de alabanza el enviará lejos. En 1 Samuel 16:23, cuando David tocaba el arpa, el espíritu maligno dejaba a Saúl.
¿Hay algo que se ha vuelto demasiado difícil para que tu lo alcances y lo venzas? Un grito de alabanza derribará los muros en tu camino (Josué 6:20). Si tan solo le dieras un grito de alabanza a Él hoy, tú verías la caída de Satanás.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Grita Aleluya !