Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

SANTIDAD Y MILAGROS

Memoriza: «estificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.» Hebreos 2:4

Lee: Marcos 4:35 – 41

Jesús calma la tempestad

35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?

MENSAJE

Un milagro implica la suspensión de las leyes físicas por la intervención divina. Los milagros pueden suceder en el area de suministro, restauración de la vida, sanidad del cuerpo, renovación de las ideas, etcétera. Sin embargo, el milagro más grande es la salvación.

El mundo esta necesitado de milagros hoy, y este es una de las razones del incremento de predicadores por todo el mundo. Ya lo dijo nuestro Señor Jesucristo, que en los últimos días, muchos falsos profetas se levantarían (Mateo 24:1 – 51).

Ellos quizás te den algunos pasajes Bíblicos con los que orar, te ofrecerán interceder por ti, hablar e interpretar distintas lenguas, pero si primeramente no te guían hacia la cruz de salvación, ese milagro no puede venir de Dios.

Cuando el Señor sanó al paralítico en el libro de Marcos, Él le ordenó que fuera y no pecara más. Esto por lo tanto, significa que hay una conexión entre la santidad y los milagros que perduran. Para que empiece la intervención divina de Dios o continúe en tu vida, debes de alejarte del pecado.

PUNTO CLAVE: La santidad es el seguro para los milagros.