Memoriza: «Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.» Efesios 5:28
Lee: Efesios 5:21 – 33
Someteos los unos a los otros
21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 43 – 45
MENSAJE
Muchos hombres se quejan de que sus esposas no les son sumisas. He estado casado cincuenta y cuatro años ya, y también he tenido el privilegio de ser usado por Dios para ayudar a resolver muchos problemas matrimoniales, desde la experiencia, y la palabra de Dios.
En el matrimonio Cristiano, se requiere de las esposas que sean sumisas a sus maridos, así como al Señor (Efesios 5:22). Sin embargo, a lo largo de los años he observado un número de razones por las que a algunas esposas les resulta difícil someterse a sus maridos. La primera es cuando una esposa no se siente amada. Quiero que tengas en cuenta que yo no he dicho que «ella no es amada», sino que «ella no se siente amada». No puedes amar a alguien como tú quieres, tienes que amarles de la manera que ellos quieren, para que se sientan amados. Si una esposa no se siente amada, a ella seguramente le resultará difícil corresponder con sumisión como dice la Biblia.
Entiende a tu esposa y averigua que la hace sentir amada. Algunas personas piensas que con comprar regalos les mostrarán amor, mientras que sus esposas simplemente quieren pasar tiempo con sus maridos. No todo el tiempo que un hombre pasa con su esposa tiene que ser para orar; algunos momentos deben de ser simplemente para jugar. Muchas personas me ven como una persona muy seria, pero en privado con mi esposa, juego mucho. Disfruto mucho el pasar tiempo con mi esposa. Un día, después de llegar de América, fui a nuestra habitación, y descubrí que mi esposa se había ido a otra parte de la casa. Cuando vi que no volvía a nuestra habitación después de un rato, me fui a buscarla. Una de las personas en la casa me preguntó «¿por qué estás buscando a tu esposa con tanta insistencia, no habéis estado juntos durante todo el viaje? ¿no se acaba de ir hace unos minutos? Le dije que se metiera en sus asuntos.
Durante el día, llámala de vez en cuando solo para que ella sepa que piensas en ella. Aquellos que viajan conmigo saben que no importa lo lejos de casa que esté o lo ocupado que esté, siempre que me voy, debo de hablar con mi esposa todos los días. Le digo constantemente que la amo y así, es fácil para ella someterse.
Las mujeres por naturaleza, les resulta difícil someterse a alguien que no las ama. Por favor, piensa en lo que puedes hacer para mostrar a tu esposa que la amas, y hazlo constantemente.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Quiero que tengas una reunión con tu esposa o tu marido esta mañana. Pregúntale si se siente amado o amada, entonces pregunta cómo puedes empezar a demostrarle tu amor.