Devocional Cielos Abiertos

ESCUCHA A TUS PADRES

Memoriza: “El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.” Proverbios 13:1

Lee: Efesios 6:1 – 3

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 29 – 31

MENSAJE

Hemos estado hablando sobre nuestros hijos por algunos días. Hoy, vamos a hablar sobre ti como hijo o hija. No importa lo mayor que seas, debes de permanecer sumiso a tus padres – ya sean biológicos o espirituales.

"Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida." - Proverbios 4:10

Si escuchas a tus padres, vivirás por mucho tiempo porque, ellos ya han pasado por lo que tú estás pasando ahora mismo. Quizás tengas todas las herramientas, pero no tienes la experiencia que tus padres tienen. Quizás te sientas grande porque has conseguido incluso más que tus padres, pero no debes de olvidar que Dios te trajo a este mundo a través de ellos por una razón. Dios quiere que recibas consejo e instrucción piadosa para que puedas ser sabio, como vemos en Proverbios 19:20:

"Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez."

Someterte a la autoridad de tus padres ahora puede parecer una carga, pero después cuando seas más mayor, estarás agradecido de haberlo hecho. Ellos quizás no sean tan educados como tu; aún así escúchales. Que tú nunca tengas todas las cicatrices que tus padres tienen, en el nombre de Jesús.

Nunca levantes la voz a tus padres. Ellos quizás sean mayores, quizás sean lentos, quizás te hayan incluso maltratado cuando eras joven, aún así, dales el respeto que se merecen como padres. Una persona mayor está mas cerca de la tumba y sus palabras pueden tener serias consecuencias. Si haces llorar a tus ancianos padres, estás poniendo tu vida en el camino a la destrucción. No te olvides de la ley de la siembra y la cosecha. Lo que siembras hoy, lo cosecharás mañana.

Busca obtener las bendiciones de tus padres siempre. Hazles felices, trae sonrisas a sus caras, que ellos se sientan tranquilos cuando piensan en ti. Si te han ofendido cuando eras más joven, perdónales para que su pecado no acabe en tu cuello. No es la tarea de un hijo el castigar a sus padres; déjales en manos del Señor que es quien te trajo al mundo a través de ellos.

PUNTO CLAVE: No importa lo grande o importante que llegues a ser, respeta y honra siempre a tus padres.