Memoriza: «¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?» 1 Corintios 3:16
Lee: Hechos 27:30 – 32
30 Entonces los marineros procuraron huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentaban como que querían largar las anclas de proa. 31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si estos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros. 32 Entonces los soldados cortaron las amarras del esquife y lo dejaron perderse.
BIBLIA EN UN AÑO: Juan 17: 1- 26; 2 Crónicas 26 – 28
MENSAJE
Como hijo de Dios, tú tienes tesoros divinos en ti, de tal manera que, si alguien se pone en contacto contigo, sus bendiciones se multiplican. Estos tesoros fueron puesto en ti durante la creación y se refinaron cuando diste tu vida a Cristo a través de la inspiración del Espíritu Santo.
Tú eres el templo de Dios y no debes de minimizar las grandes cosas que eres capaz de hacer para cambiar las visas de las personas a tu alrededor. La lectura Bíblica de hoy explica cómo Pablo, un prisionero a bordo de un barco hacia Roma, trajo una solución para la tormenta, incluso cuando los marineros estaban a punto de abandonar el barco.
Muchas años atrás, me di cuenta de que hay vidas asignadas a mi destino y estoy por siempre agradecido porque Dios me conectó con millones de personas por todo el mundo que también están cumpliendo sus destinos. Así como tú estás conectado, hay destinos conectados a ti como hijo de Dios y debes de afectarles positivamente. No importa si pareces pequeño (en tu físico o en tus logros) ahora mismo, se trata de Jesús en ti. A través de Jesús, impactarás vidas positivamente.
PUNTO CLAVE: No te dejes engañar. Tú eres la obra maestra de Dios, así que haz brillar tu luz como un activo.