Devocional Cielos Abiertos

EL AMOR DA

Memoriza:“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.” 1 Juan 3:16

Lee: Romanos 8:31 – 37

31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.

37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

BIBLIA EN UN AÑO: Job 36 – 39

MENSAJE

En 1 Corintios 13:13, la fe, la esperanza y el amor se describen como las que “permanecen”. El versículo sin embargo, sigue diciendo que el amor es el más grande de ellos. Dios nos amó primero antes de que pudiéramos amarle a Él (1 Juan 4:19). Cuando una persona tiene un buen entendimiento del amor de Dios por ella, es como si un velo fuera quitado de sus ojos; esa persona de repente empieza a amar a Dios y entonces se hace libre de las turbulencias de este mundo pecaminoso. Dios nos ama tanto!, él considera que nada es demasiado grande para nosotros. Romanos 8:32 dice;

"El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?" 

Si Dios nos puede dar el mayor regalo que haya existido – Su Hijo (Juan 3:16), nada es demasiado grande para Él para que te lo de. Nada!. Dios nos da porque él está comprometido a amarnos. Él espera de nosotros que amemos a nuestros vecinos y que también demos nosotros a ellos. 1 Juan 4:21 dice:

"Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano."

¿Cuánto quieres a aquellos que están a tu alrededor? ¿Cuánto quieres a tus compañeros de la oficina? Un día, un joven vino a uno de nuestros servicios del Espíritu Santo en Nigeria, y vio a su tía en medio de la multitud. él gritó “Tía ¿tú también vienes aquí?” Ella dijo “acabo de empezar a venir” y él dijo “Oh, yo he estado viniendo desde hace muchos años” Ella se enfadó con él porque él había encontrado la luz hace ya tiempo pero no la acercó a ella a Cristo. Ella estaba furiosa porque él no la había advertido de estaba de camino al infierno.

¿Vas a ser tú también un insensible y mirar a los miembros de tu familia ir directos al infierno? Tú has encontrado la luz, ¿porque no le hablas a otros de Jesús? ¿Por qué no les invitas a la Iglesia contigo? ¿Porque no conviertes en una tarea el darles un devocional cada día, esperando que incluso si se niegan a entregar sus vidas a Cristo, un día, Dios les dirija a ellos a leer y ver algo que toque sus corazones ahi donde estén. Si realmente amas a tus vecinos, les liderarás a ese regalo que el Señor te ha dado – la Salvación.

PUNTO CLAVE: El mayor regalo que puedes dar para mostrarle a alguien que le amas es el evangelio; no te lo guardes solo para ti.