Estudio Biblico

EL EJÉRCITO DE DIOS – PARTE 3

Hemos aprendido que el ejército del Señor es un ejército poco común. Un ejército de ovejas que pueden vencer a los lobos, con la habilidad de escuchar la voz de Dios y desear obedecerle a Él en todo. Un ejército de sacerdotes que también son reyes con una triple tarea:

  • Ministrar a Dios
  • Ministrar los unos a los otros
  • Ministrar al mundo.

En la tercera parte queremos mirar más detenidamente al ministerio del ejército del Señor para el Señor mismo. Que el Espíritu Santo avive nuestro entendimiento a medida que estudiamos, en el nombre de Jesús. Amén.

ADORAR ES MÁS IMPORTANTE PARA DIOS QUE TRABAJAR

Todo Rey tiene un trono: el trono de Dios está construido con las alabanzas de Su pueblo. Por eso el mayor deseo del Padre no es el de tener obreros sino adoradores, porque aquellos que han de tener éxito como Sus obreros deben de tener éxito primeramente como Sus adoradores. Por eso la actividad sin adoración siempre produce una cosecha pequeña, porque Dios ha decretado que no habrá lluvia si no hay adoración

Salmos 22:3; Juan 4:23; Santiago 4:8; Mateo 22:37-38; Lucas 10:38-42; Hechos 13:l 2;Zacarías 14:17.

LA VERDADERA ADORACIÓN IMPLICA COOPERACIÓN ENTRE DIOS Y EL HOMBRE

La adoración puede dividirse en dos porciones:

  • En espíritu, que es la parte de Dios
  • En verdad, que es la parte del hombre

Tiene que haber una participación tanto de Dios como del hombre para que la adoración sea completa. Por ejemplo, David era el dulce salmista de Israel porque el espíritu de Dios habló por Él y a través de Él. Nuestra parte en la adoración no es solo entregar nuestras lenguas al Espíritu Santo, sino también hacer que nuestros corazones sean tan puros que Él pueda habitar ahi constantemente.

Juan 4:19-23; II Sam. 23:1-2; Is. 50:4; I Cor. 14:15; Efesios 5:18-19; Salmos 24:4-5: Salmos 66:18; Mateo 15:7-9; Santiago 5:16.

NO PUEDES OBEDECER A DIOS COMPLETAMENTE A MENOS QUE LE ADORES CONSTANTEMENTE

Hay algunos mandamientos de Dios que solo puede obedecerse por completo durante el tiempo de adoración. Estos incluyen: dar palmas, gritar en victoria, hacer un sonido de gozo para el Señor, levantar nuestras manos, agitar nuestras manos hacia Él en alabanza y danzando delante de Él.

Salmos 47:1; Salmos 100:1-4; Salmos 95:1-3; Filipenses 4:4; Lam. 3:40-41; Salmos  63:3-4; Lev. 9:21; Salmos  149:3; Salmos 150:4; Salmos 30:11.