Devocional Cielos Abiertos

EL DIOS DE JACOB

Memoriza: “Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.” Génesis 32 :26

Lee: Lucas 18:1 – 7

Parábola de la viuda y el juez injusto

18 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?

BIBLIA EN UN AÑO: Nehemías 6 – 8

MENSAJE

Que nuestro Dios sea el Dios de Jacob significa que Él es el Dios de amor, porque cuando lees Génesis 29; encuentras a Jacob siendo un hombre que, por amor, trabajó por catorce años sin salario. Esta es una gran demostración de amor. 1 Juan 4:8 también nos dice que Dios mismo es amor.

"El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor."

El Dios de Jacob es también el Dios de las oraciones contestadas. En Génesis 32:1 – 32, cuando Jacob supo que Esaú venía a matarle, él oró toda la noche, negándose a dejar la presencia de Dios y para la mañana siguiente (Génesis 33:1 – 4), en vez de Esaú matarle a él, lo abrazó y lloró porque Dios había intervenido.

Ahora, hay algo que debemos de tener en cuenta de Jacob; él oró toda la noche. La razón por la que muchos de nosotros no obtenemos respuesta a nuestras oraciones que porque no oramos intensamente y con persistencia; aquellos que no dejan de orar hasta que Él les da lo que quieren.

Cuando estás talando un árbol, siempre ese último hachazo que hará que le árbol caiga. Si dejas de talar demasiado pronto, el árbol seguirá de pie e incluso más fuerte, a medida que pasan los días. No dejes ese problema sin talar del todo, sigue llamando a las puertas del cielo hasta que dios resuelva todos tus problemas y te llene de gozo. Es Jesús mismo quien dijo que debes de seguir clamando a Dios día y noche:

“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?” – Lucas 18:7

No pienses que estás molestando a Dios con tus oraciones; Él dijo en Isaías 62:7: “ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra.”

Seguiré clamando a Dios día y noche (1 Tesalonicenses 5:17). No le daré descanso hasta que Él conteste mis oraciones. Espero que tu hagas lo mismo.

PUNTO CLAVE: No le des descanso a Dios hasta que todas tus oraciones hayan sido contestadas