Memoriza: «de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.» Génesis 22:17
Lee: Génesis 22:1 – 18
Dios ordena a Abraham que sacrifique a Isaac
22 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. 5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. 6 Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. 7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá.[a] Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
BIBLIA EN UN AÑO: Nehemias 2 – 5
MENSAJE
El Dios de Isaac es el Dios de la alegría (Génesis 22:1 – 7). Él no es solo el Dios de la alegría, pero también es el Dios de la multiplicación. Nuestra lectura Bíblica de hoy nos cuenta como Dios le pidió a Abraham que ofreciera a Isaac como sacrificio, y como él (Abraham) estaba a punto de hacerlo y Dios le frenó. Dios después bendijo a Abraham:
"...te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos" - Génesis 22:17
¿Cómo Él multiplica? En Génesis 26:12 – 14, la Biblia nos dice que cuando Isaac sembró, en el mismo año, él obtuvo ciento por uno en retorno. Esto por lo tanto, significa que el Dios de Isaac es el Dios del ciento por uno de retorno. Cuando miras la última promesa en Génesis 22:18, ves a Dios diciendo que la semilla de Abraham poseerá las puertas de sus enemigos. En aquellos días, la puerta era el centro de la economía de la ciudad. Esto significa que cuando el Dios de Isaac es tu Dios, te conviertes en alguien tan próspero que tanto como si te quieren las naciones como si no, tendrán que hacer cualquier cosa que digas.
Desafortunadamente, muchos Cristianos no son tan prósperos, y esto es porque ellos no son como Isaac. Cuando Abraham iba a ofrecer un sacrificio a Dios, Isaac le preguntó a su padre, «Puedo ver la leña, puedo ver el fuego, pero no puedo ver el animal para sacrificio» (Génesis 22:7). Abraham dijo que Dios proveería el cordero. En el momento en el que Abraham empezó a atarle, Isaac supo que él era el sacrificio. Abraham le ató y le tendió sober la leña, aún así Isaac cooperó durante todo el proceso. Si él hubiera decidido oponerse solo un poco, él hubiera ganado, porque no hay forma de que un hombre, que tiene más de cien años pueda retener a un joven. Sin embargo, Isaac estaba preparado para darse a si mismo como sacrificio al Dios Altísimo. Solo aquellos que pueden sacrificarlo todo pueden disfrutar del tipo de multiplicación que el Dios de Isaac da. Salomón sacrificó lo que ningún hombre hizo nunca antes y dios le bendijo más que a cualquier otro hombre. Siembra un semilla que realmente te cueste algo – una ofrenda de sacrificio. Si quieres ser tan próspero como para controlar las economías y políticas de las naciones, entonces nada debe de ser demasiado grande como para que tu lo entregues a Dios.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Da una ofrenda de sacrificio a una iglesia, una persona o un proyecto del que tú estás seguro que es para la gloria de Dios.