Memoriza: «Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.» Mateo 9:38
Lee: Mateo 9:35 – 38
La mies es mucha
35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
BIBLIA EN UN AÑO: Ezra 4 – 7
MENSAJE
No es difícil encontrar obreros en la Iglesia, pero es difícil encontrar fieles trabajadores. La Iglesia está constantemente asociándose con hombres y mujeres que están interesados en trabajar para el Señor. Sin embargo, el Señor no esta buscando obreros que solo quieren mostrar al mundo que están sirviendo a Dios; en vez de eso Él busca fieles trabajadores que estén verdaderamente comprometidos a ganar almas para el reino a través de sus varios servicios en la Iglesia.
En el versículo a memorizar de hoy, Jesús le dice a Sus discípulos que oren porque Dios envíe trabajadores a la obra. Jesús está interesado en personas que se comprometerán a salvar a los perdidos. Ellos son el tipo de obreros que, incluso si son limpiadores en la iglesia, estarán orando sobre cada asienta en la Iglesia cuando limpian, orando para que aquellos que se sienten ahi sean transformados por la palabra de Dios. Ese tipo de obreros orara para que ninguna persona que atienda el servicio ese día, que aún no haya entregado su vida a Cristo, lo haga ese día antes de dejar la Iglesia. Ese tipo de personas, como ujieres, no solo estarán interesados en tener un buen aspecto los domingos, sino que oraran para que Dios dirija a cada persona al asiento donde la palabra pueda alcanzarles sin ningún obstáculo o distracción.
Las personas que hacen todo con un objetivo en mente serán llevados a la luz de Cristo. Hay un testimonio de un hombre de Dios que murió y entró en el. cielo. Mientras que estaba en la tierra, él llevaba a cabo servicios, cruzadas, y reuniones, en todos ellos había muchos milagros, sanidades y una impactante presencia del Espíritu Santo. En el cielo se le mostró por qué él había experimentando siempre ese éxito en su ministerio. Había una mujer mayor que siempre le seguía a todos los sitios en los que tenía un servicio o programa; ella empezaba a interceder por él hasta el final de la reunión. La mujer estaba tan conectada a Dios que sus oraciones siempre eran como un rayo en el cielo. Jesús atribuyó el éxito del ministerio de este hombre a la labor silenciosa de esta fiel mujer.
"el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad." - 1 Timoteo 2:4
¿Eres parte de la fuerza de trabajo del Señor? Si no lo eres, necesitas apuntarte hoy. Si ya estás en la fuerza de trabajo del Señor, asegúrate de que eres un fiel trabajador.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre Celestial, por favor, hazme un trabajador fiel en Tu viña, en el nombre de Jesús.