Memoriza: “Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.” Deuteronomio 34:7
Lee: Josué 14: 7 – 12
7 Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón. 8 Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios. 9 Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios. 10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. 11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. 12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Crónicas 25 – 28
MENSAJE
Hay muchas personas en el hospital ahora que no estarían ahí si hubieran comido más sano y hubieran hecho ejercicio regularmente. Ellos comían cualquier cosa que les apetecía y no hicieron ningún ejercicio porque les parecía que no tenían ningún problema de salud, y al final descubrieron que la enfermedad había estado creciendo dentro de ellos desde hace ya un tiempo. Cuando sientes que estás sano, ese es el momento en el que debes prestar más atención a tu salud. Para aquellos a los que su salud se deterioró hasta tal punto que acabaron en el hospital, quizás sea demasiado tarde para hacer ejercicio. Solo pueden orar a Dios para que les sane, y estoy muy seguro de que cuando se encuentren mejor, empezarán a comer sano. Uno mi fe con quien esté leyendo este devocional desde la cama de un hospital, recibe sanidad en el nombre de Jesús. Se que algunos Cristianos citarán 1 Timoteo 4:8;
"porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera."
Interpretan este versículo para que su significa sea que el ejercicio espiritual es el único importante a considerar. Ese pasaje sin embargo, no dice que el ejercicio físico no sea de provecho en absoluto. Dice que da poco provecho. Ese poco no debe de ser ignorado. Ese poco es muy importante, ya que no podrías disfrutar del provecho del ejercicio espiritual si estuvieras enfermo. Dios necesita tu cuerpo para ayudarle a cumplir Su voluntad en la tierra. Cuantos más Cristianos vivan saludablemente, más podrá usarles para la obra, y podrán hacer la obra de Dios durante más tiempo. Dios fue capaz de usar a Moisés hasta sus 120 años porque Moisés era fuerte y sano incluso en su vejez. Caleb fue capaz de decir, “Dame esta montaña” a la edad de 85 años porque estaba fuerte y sano. Cuida de tu cuerpo. No permites que te falle antes de prestarle atención. Si te das cuenta de que cuando caminas unos pocos kilómetros empiezas a sofocarte, necesitas empezar a hacer ejercicio. Si tu espalda parecer que te duele más rápido que antes, quizás estés tomando demasiado azúcar. Presta atención a tu salud ahora para que no te metas en problemas después.
Es recomendable, tener un chequeo medico completo una o dos veces al año. No tienes que pedirle al médico que te examine solo cuando te sientes enfermo, porque para entonces, quizás sea demasiado tarde.
REFLEXIÓN: ¿Cuándo fue la última vez que te hiciste un chequeo completo?