Devocional Cielos Abiertos

UNA LECCIÓN QUE VIENE DE GOLIAT

Memoriza: “Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;“· Proverbios 24:33

Lee: 1 Samuel 17:41 – 43

41 Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él. 42 Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer. 43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.

MENSAJE

BIBLIA EN UN AÑO: Juna 1:29 – 51; 1 Reyes 16 – 18

MENSAJE

Ayer, estuvimos estudiando la actitud de David hacia el alcanzar metas. Hoy, examinaremos la actitud de Goliat en cuanto a éste mismo asunto. Cuando Goliat vio a David por primera vez, probablemente lo menospreció y se relajó. Puedo imaginarme que fue en este momento en el que él bajó su guardia, viendo que su oponente no tenía ningún arma. Él quizás dejó a un lado su gran espada, se quitó su armadura y alzó sus dos brazos al aire para reirse con gas, antes de maldecir a David por sus dioses.

Esa tuvo que ser una gran escena!. La primera lección que hay en esta historia es que tú nunca debes de subestimar al enemigo. Algunos jóvenes son demasiado confiados, como Sansón, y siguen jugando con el pecado.

Ellos le dicen al sexo opuesto que Dios les prevendrá de caer en la tentación porque están llenos del Espíritu Santo, mientras que la Biblia, ya nos ha dicho que nos abstengamos de toda apariencia de maldad (1 Tesalonicenses 5:22).

De la misma forma, una pequeña indulgencia en ociosidad o placer puede hacerte pobre (Proverbios 6:10). Otra lección es que debes de evitar el orgullo a toda costa.

Goliat fue orgulloso y se jactaba por sus dioses mientras David le confrontaba en el nombre del Señor. Cuando Dios ve que tu dependes de Él para todo, Él definitivamente pondrá Su peso a tus espaldas como forma de defensa.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, no permitas que yo sea presa del enemigo a través del orgullo y el descuido, en el nombre de Jesús.