Devocional Cielos Abiertos

VIGILIA LO QUE MIRAS

Memoriza: «Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.» 1 Corintios 10:6

Lee: 1 Juan 2:15 – 17

15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 1 – 4

MENSAJE

Vigila lo que miras significa, ten cuidado con que alimentas tus ojos. Ten cuidado con la lujurio de la carne, la cual, normalmente se alimenta de lo que nuestros ojos se alimentan. Ten cuidado con lo que permites que atraiga tu atención. Hay muchas personas que han sumergido sus manos en el pecado, para poder adquirir riquezas simplemente porque han visto a otros en el mundo hacer lo mismos. ¿Qué es lo que permites que tus ojos vean?

Uno de los mayores objetivos de todo Cristiano es someter la carne y ponerla bajo el control de su espíritu, como describe Pablo en 1 Corintios 9:27:

"sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado."

Hay una pelea por la supremacía entre la carne y tu espíritu (Gálatas 5:17). Esta batalla sin embargo, será ganada por la parte más fuerte. Aquello en lo que te centras determina si tú estás alimentando tú espíritu para que sea más fuerte que tu carne, o lo contrario.

Si te centras en las cosa que están debajo de tus pies, si todo lo que persigues son cosas que complacerán a tu carne, entonces esto será mas fuerte y controlará tu espíritu. Tu mente y tu enfoque deben de estar en las coas de Dios solamente (Colosenses 3:1 – 2).

Hay dos formas por las cuales tú puedes averiguar si tu enfoque están en las cosas de Dios o en las cosas de la carne. Una es sobre cómo gastas tu dinero. cuando consigues cualquier cantidad de dinero, ¿tu prioridad es gastarla para Dios o para complacer tu carne? Si escuchas que hay una necesidad en la casa de Dios, ¿te encargas de ello usando los recursos que hay en tus manos para cubrir la necesidad, o actúas como si no fuera de tu incumbencia?

Otra forma para conocer lo que tu corazón anhela es analizar tus ambiciones. Cuando hablas sobre tus ambiciones, ¿están estas en línea con glorificar a Dios o a ti mismo? ¿Por qué quieres que te promocionen en el trabajo? ¿Por qué quieres más dinero? ¿Se trata todo de satisfacerte a ti mismo, o de avanzar el Reino de Dios aquí en la tierra? Revisa tus ambiciones para asegurarte de que glorifican a Dios y no a ti mismo.

REFLEXIÓN: Haz una evaluación honesta de tu vida; ¿estás centrado en las cosas de Dios o en ti mismo?