Devocional Cielos Abiertos

EL NO HACER NADA DESTRUYE

Memoriza: “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.” Proverbios 13:4

Lee: 2 Tesalonicenses 3:11 – 12

11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. 12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 8 – 9

MENSAJE

Vemos claramente en Ezequiel 16:49 que uno de los mayores problemas que llevaron a la destrucción de Sodoma es la ociosidad. La ociosidad también causó gran tristeza a David. En un tiempo cuando los reyes iba a la guerra, él se quedó en casa y esto le condujo a cometer adulterio y asesinato. Estos pecados invocaron la ira de Dios y una maldición fue impuesta sobre él y su linaje (2 Samuel 11 – 12).

Salomón también cayó en la trampa de la ociosidad, lo que causó que su corazón se alejara de dios. Después de que hubiera construido el templo de Dios y un nuevo palacio, él ya no tenía nada más que hacer. No había guerras que luchar, ni territorios que conquistar, así que se relajó. Él empezó a casarse con mujeres que no tenían nada que ver con él, hasta que acabó con setecientas esposas y trescientas concubinas. En su estado de relajación, sus esposas empezaron a alejarle del Dios Altísimo, y antes de que se diera cuenta, él estaba ya construyendo templos y haciendo sacrificios para dioses extraños. Salomón empezó con tanto respeto y honor por Dios, que tenía el sacrificio hacia el Señor más grande en la Biblia. Este era un hombre al que Dios se le apareció dos veces, pero la ociosidad le llevó al punto en el que empezó a servir a otros dioses. Él desagradó a Dios en gran manera, y esto le condujo a perder parte de la herencia de su padre (1 Reyes 11:1 – 11).

Jesucristo dijo que Su padre trabajo y Él hace lo mismo (Juan 5:17). ¿a quién pues quieres imitar estando ocioso? Imagine si, en tu casa, todo el mundo – incluyendo el padre de la casa, ayudara con los quehaceres de la casa, aún así uno de los hijos nunca trabaja sino que deambula por la casa todo el día. Ese hijo molestará mucho a los padres y sus hermanos.

Amado, hay muchas almas que salvar ahí fuera (Mateo 9:37); ¿estás trabajando para alcanzarlas rápidamente?

Cuando considerar la historia del rico insensato en Lucas 12:16 – 20, quizás pienses, “¿Qué es lo que hizo mal este hombre? ¿Es malo trabajar duro y acumular una gran cosecha? ¿Por qué Dios le mató?” Dios le quitó la vida porque él había decido que, puesto que ahora tenía una gran cosecha, él se iba a volver ocioso. La gente ocioso son muy peligrosas para el Reino de Dios y la sociedad. No importa cuánto hayas conseguido, sigue luchando por más. Hay mucho trabajo que hacer en el Reino de Dios. Sírvele a Él ahora que tienes el privilegio de hacerlo (Juan 9:4).

PUNTO CLAVE: Un buen hijo de Dios estará ocupado haciendo Su obra.