Memoriza: «Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra» 2 Corintios 9:8
Lee: Esther 4:10 – 17
10 Entonces Ester dijo a Hatac que le dijese a Mardoqueo: 11 Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta días. 12 Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester. 13 Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. 14 Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
15 Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: 16 Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca. 17 Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester.
BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 12:1 – 59; 1 Samuel 1 – 3
MENSAJE
Esther era una esclava judía capturada y que había sido traída junto con otros al reino del Rey Asuero. A través del favor de Dios, ella fue elegida como unas de las candidatas para reina, cuando la posición quedó vacante. Esther ganó la competición, pero años después, la persecución se levantó en contra del pueblo de Dios que seguían siendo esclavos en la tierra. Inicialmente, ella se quedó en silencia y a punto de perder a su gente, pero su tío Mordecai la recordó que Dios probablemente la había hecho reina para poder salvar la vida de los judíos.
Dios bendice, promociona y da a Sus hijos ciertos privilegios por diferentes razones. Él te bendijo en una o más áreas de tu vida: espiritualmente, materialmente, intelectualmente, financieramente, etcétera, para que puedas ser de bendición para tu generación. No pienses ni por un momento que lo que tienes es solo para tu propio beneficio, o para que se beneficie solo tu familia más inmediata. Tu fuiste bendecido por Dios para un propósito, así que te urjo a pedirle: «Señor, ¿cuál es Tu propósito o expectativa por la cual me has bendecido (menciona la bendición en particular o el don)? La respuesta te ayudará a vivir una vida con propósito.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Pídele a Dios que te revele el propósito por el cual Él te bendijo y te ayudó a cumplirlo para Su gloria.