Devocional Cielos Abiertos

DOMINIO I

Memoriza: “Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:” Salmos 8:6

Lee: Génesis 1:26 – 28

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

BIBLIA EN UN AÑO: Rut 1; 1 Samuel 5 – 8

MENSAJE

Para la raza humana, dominio debería de ser un fenómeno natural porque nos fue otorgado en la creación. Nuestro versículo a memorizar de hoy da fe de esta verdad. En otras palabras, uno puede adquirir domino por medio de la creación. Por ejemplo, un búfalo es concebido de la misma manera que un león es concebido. Sin embargo, se le ha otorgado dominio al león sobre el búfalo. Cuando David consideró la posición privilegiada en la que Dios había puesto al hombre, él no pudo evitar preguntar, “¿Qué es el hombre, para que te preocupes tanto de él? ¿Y el hijo del hombre para que le visites?” (Salmos 8:4). La cuestión aquí es, “¿Qué debe hacer el hombre para apreciar a Aquel que le otorgó domino?” La respuesta está en la Biblia la cual dice:

"Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios." - Salmos 103:1 - 2

Amado, no debes de sufrir para tener domino porque se te ha dado en la creación. Otra cuestión entonces, “¿Es esto un realidad en la vida de todo el mundo?” La respuesta es simplemente “NO” y esto es porque el hombre vendió su domino por probar la fruta prohibida (Génesis 3:1 – 7). Esto ahora nos lleva a la necesidad de redención. Es la redención la que puede restaurar este domino.

Recuerdo como estaba corriendo de aquí para allá, huyendo de la gente malvada que quería usarme como su desayuno. Seguí corriendo y sufriendo hasta que conocí a Jesucristo y le acepté como mi Señor y Salvador personal. Cuando una persona es redimida del pecado, es redimida completamente de todas las calamidades que le han dominado hasta ese momento. La persona nace de nuevo y es re-creada a imagen de Dios, en el cual fue originariamente creado. Por eso Jesucristo dijo que debemos de nacer de nuevo (Juan 3:3). La Biblia también dice que todo aquel que es nacido de Dios (Juan 1:12) vence al mundo a través de la fe en el Hijo del Dios viviente (1 Juan 5:4 – 5). Amado, tú tienes dominio por tu virtud de ser una nueva criatura en Jesucristo.

Reclama, recibe y ejercita tu dominio.

PUNTO CLAVE: Para acceder al dominio, debes de entregar tu vida a Jesucristo.