Memoriza: «Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.» Romanos 8:11
Lee: Romanos 8:9 – 15
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 1:24 – 80; Deuteronomio 33 – 34
MENSAJE
Ningún creyente puede vivir un vida Cristiana victoriosa con su propio esfuerzo y fuerzas. De hecho, es imposible disfrutar nuestro caminar Cristiano sin la ayuda del Espíritu Santo.
Juan 6:63 dice que es el Espíritu el que da vida mientras que la carne no aprovecha para nada. Esto significa que todo lo que haces basándote en tus propias fuerzas no es de provecho. No es de extrañar que muchos Cristianos que trabajan sin descanso, y están orgullosos de sus logros, se enfadan cuando sus esfuerzos no son reconocidos. Esto es porque realizaron todas esas hazañas con su propio poder y esperaron que los hombres les aplaudieran. Si dependes del Espíritu Santo para que te ayude en todo lo que hagas, harás las cosas sin esfuerzo y no esperes que los hombres te elogien, después de todo, tu fuerzo no viene de ellos.
Muchos Cristianos hacen la obra de Dios con su propio conocimiento y acaban cansados y frustrados, es así para ellos porque no tienen el Espíritu Santo. Necesitas el Espíritu Santo para que vivifique tu cuerpo cada día si quieres hacerlo bien. Dios no está mirando tu habilidad sino tu total dependencia en Él. Por eso Su palabra dice que Sin Él nada podemos hacer (Juan 15:5).
PUNTO CLAVE: No puede haber una victoria duradera con nuestras propias fuerzas. Necesitas que el Espíritu Santo obre a través de ti.