En la primera parte de esta serie, vimos que por lo que a Dios concierne, lo que hace que tu vida sea fructífera no es necesariamente cuantas coas materiales poseas. También, que los estándares de Dios para medir los frutos es diferente de los estándares del hombre. Algunas de las cosas que hemos aprendido hasta ahora en cuanto que contribuyen a una vida fructífera son:
- Poner a Jesús en primer lugar.
- La santidad
- Seguir los pasos de nuestro Señor
- Amar a Dios
- Leer y meditar en la palabra de Dios
- Aplicar la palabra de Dios de una forma práctica
- La sabiduría basada en el temor del Señor
Continuaremos mirando aquellos cosas que conforman una vida que da fruto. Que el Espíritu Santo nos enseñe hoy, en el nombre de Jesús. Amén.
UNA VIDA FRUCTÍFERA ES UNA VIDA DE COMPASIÓN Y AMOR ACTIVO
La compasión particularmente por los mas desfavorecidos, los enfermos y los infelizmente cautivos de Satanás, es un ingrediente para una vida fructífera. Amor por el prójimo, com se demuestra al dar lo mejor que tengamos, ya sea dinero, tiempo. abrigo, comodidad, etc. es otro ingrediente. Una vida de amor es una vida de obediencia a Dios que nos ordenó que amáramos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Así pues es una vida piadosa y fructífera.
Mateo 9:36; Marcos 1:40-41; Juan 3:16; Juan 15:13: Juan 15:12; Romanos 5:8; I Juan 4:7-12; Marcos 16:15-16; Colosenses 1:5-8.
PARA QUE UNA VIDA SEA FRUCTÍFERA TIENE QUE SER TAMBIÉN UNA VIDA DE SACRIFICIO
Una vida fructífera tiene que ser también una vida de sacrificio; vivir en sacrificio, dar en sacrificio e incluso alabar a Dios en sacrificio. Así es como vivió Cristo Su vida; así es como nosotros debemos de vivir nuestras vidas porque Él es nuestro ejemplo a seguir.
Lucas 21:4; Marcos 26:7; I Reyes 17:13-15; Salmos 107:21-22; Salmos 116:17; Jer. 17:26; Jeremías 33:11; Jonás 2:8-9; Hebreos. 13:15; II Corintios 8:9; Efesios 5:2; I Juan 3:16