Memoriza: «Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.» Salmos 119:71
Lee: 2 Samuel 16:5 – 12
5 Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo, 6 y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. 7 Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! 8 Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.
9 Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. 10 Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: Por qué lo haces así? 11 Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho. 12 Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy.
BIBLIA EN UN AÑO: Números 34 – 36
MENSAJE
Nuestro versículo a memorizar de hoy apunta a un hecho: cuando estamos en aislamiento, debemos de descubrir lo que Dios quiere que aprendamos en esos momentos. Es maravilloso leer al salmista diciendo «Memoriza: «Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.» (Salmos 119:71). «Es bueno» dice el salmista, «haber sido humillado». ¿Por qué razón? «para que aprenda tus estatutos» Esto es increíble.
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." - Romanos 8:28
El salmista conocía el beneficio de un aislamiento. En el texto bíblico de hoy, leemos acerca de la experiencia de David cuando su hijo Absalón organizó un golpe de Estado en su contra. Mientras huía, un pariente del rey Saúl, Simei, salió apedreando y maldiciendo a David y su séquito. Abisaí, siervo de David, se enfureció y pidió permiso para matar a Simei, pero la reacción de David fue completamente diferente, ya que creía que Dios le estaba enseñando una lección a través de todos los problemas que enfrentaba.
"Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho." - 2 Samuel 16:11
Hay muchas lecciones que aprender del aislamiento de David. David creyó que Dios había permitido esa situación en su vida para un propósito. Él no contraatacó al hombre que le estaba maldiciendo e insultando, ya que su hijo Absalón había hecho algo peor. Él creía que todas las cosas obraban para su bien (Romanos 8:28). Él enseñó a sus seguidores que el horno de la humillación perfeccionaría la voluntad de Dios en su vida. Los hijos de Dios deben de compartir esta creencia para cualquier situación en la que se encuentren, con fe de que todas las cosas al final obraran para el bien de ellos.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, convierte todos los momentos tristes y oscuros a Tu luz maravillosa hoy, en el nombre de Jesús.