Memoriza: «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.» Santiago 1:22
Lee: Deuteronomio 28:1 – 7
Bendiciones de la obediencia
28 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. 6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
7 Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.
BIBLA EN UN AÑO: Números 18 – 20
MENSAJE
Una promesa es la expresión de la seguridad de cumplir un propósito, así pues, las expectativas se construyen en base a ella. Las promesas de Dios revelan Su propósito para nosotros. Sin embargo, el cumplimiento de estas promesas dependerá de nuestra obediencia diligente a Dios.
La obediencia diligente puede describirse como una adhesión estricta y consistente a los mandamientos de Dios. Son las expectativas que Dios tiene sobre todos nosotros y es vital para el cumplimiento de Sus promesas en nuestras vidas. No importa el número de veces que digamos «Amén» a las oraciones y cuanto clamemos por las promesas de Dios, sin obediencia diligente, se registrará muy poco progreso.
De hecho, las promesas de Dios son irrevocables, y Él es fiel para cumplir todas ellas. Nosotros, sin embargo, debemos de hacer nuestras parte obedeciéndole totalmente y rápidamente. En 1979 fui con mi Padre en el Señor a la reunión del campamento de Kenneth Hagin en los Estados Unidos con otros cuatro acompañantes. Ese fue nuestro primer viaje a Estados Unidos. La reunión terminó un sábado y decidimos adorar a Dios con ellos el siguiente domingo. Durante el servicio el predicador de repente caminó hacia mi Padre en el Señor y dijo, «Así dijo el Señor: «Lo que te dije varias veces años atrás pronto se cumplirá». El predicador entonces volvió al púlpito para continuar su mensaje. Después cuando llegamos a nuestro hotel, y le dije a mi Padre en el Señor lo que el predicador había dicho (yo tenía que traducir el sermón y la profecía de inglés a Yuruba a mi Padre en el Señor para que él pudiera entender bien el mensaje), él rompió a llorar, diciendo que, al principio de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios, el Señor había prometido que la Iglesia se extendería por todo el mundo. En el momento de esa reunión, la iglesia solo tenía 39 parroquias además de la Sede central de la iglesia, pero hoy, tenemos miles de parroquias en 197 naciones del mundo. Gracias a Dios que mi Padre en el Señor obedeció el llamado de Dios y las instrucciones al pie de la letra, a cambio Dios cumplió Sus promesas. En este tiempo, el Señor cumplirá Sus promesas para tu vida, en el poderoso nombre de Jesús.
La obediencia diligente garantiza el cumplimiento de las promesas de Dios en nuestras vidas. Amado, hazte a la idea de ser diligente y obedecer al Señor en todo momento y en todo.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a obedecerte completamente y rápidamente en todas las cosas, en el nombre de Jesús.